Una nueva excavación en Viladonga descubre el foso y parte de la muralla

El equipo de Terra Arqueos trabajará hasta finales de año en este nueva actuación, que comprende la esquina nordeste, donde hubo un derrumbe y un tramo de muros exteriores

Uno de los muros exteriores de la muralla. C. PÉREZ
photo_camera Uno de los muros exteriores de la muralla. C. PÉREZ

CASTRO DE REI. La empresa Terra Arqueos ha iniciado ya, bajo la dirección de Miguel Ángel López Marcos, una nueva campaña de excavaciones en el Castro de Viladonga, en Castro de Rei, que en esta ocasión se centra en obtener más datos y consolidar un tramo interior de la muralla de la croa, otro de uno de los fosos y lo que se cree que eran los parapetos del cuerpo de guardia.

El proyecto original para esta intervención preveía actuar junto al acceso a la croa, pero un derrumbe en la zona noreste motivó un cambio de planes, dando prioridad a la seguridad que es, junto a la mejora de la accesibilidad, una de la principales premisas de los trabajos. Así, se está aprovechando el escombro retirado en las excavaciones para rellenar los itinerarios de las visitas o igualar el camino perimetral de la muralla de la croa. También se prevé instalar varias barandillas.

La actuación que se está llevando a cabo ha permitido descubrir unos 15 metros más del interior de la muralla. A diferencia de las zonas en las que se actuó otros años, donde se localizaron varias escaleras para acceder a ella, esta parte se irguió de forma escalonada para facilitar su construcción. Pegada a ella hay una estructura de grandes dimensiones, que estaba semienterrada, con muros gruesos, de más de un metro de espesor, y cuyo uso se desconoce por el momento, aunque se descarta que sea una vivienda.

La intervención en el interior de la croa se completa con una reexcavación –ya se trabajó en ella hace décadas– de la conocida como Casa Grande, cuya disposición se sale de la tipología habitual de las construcciones de los castros. La nueva investigación, en la que se presta especial atención a los derrumbes y a los datos que estos pueden ofrecer, busca determinar si este era realmente un único espacio.

En el exterior se ha recuperado una pequeña parte del foso, que estaba semicolmatado –tendría una profundidad de ocho metros y se reintegrarán parte de las paredes de los parapetos que se han descubierto. Una parte de estas estructuras quedará visitable para facilitar la interpretación y el resto se volverá a cubrir.

El trabajo de campo, en el que por el momento apenas se han hallado piezas, se prolongará hasta finales de año y se ha completado con la limpieza y desbroce de todo el entorno del yacimiento. La Consellería de Cultura financia estos trabajos con una partida de cerca de 200.000 euros.

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