Un negocio familiar de Vilalba, en el epicentro de la fortuna

Los agraciados de las 50 series  del Gordo son clientes del bar Cascudo y vecinos de la zona

Temblando y entre lágrimas y abrazos. Así recibían el viernes los propietarios del bar Cascudo,ubicado en la parroquia vilalbesa de San Xoán de Alba, a sus clientes y amigos, tras conocer que habían repartido entre ellos unas 50 series del número 71.198, premiado con el Gordo de la Lotería de Navidad. Unos 200 millones de euros como caídos del cielo.

"Estaba vendo o sorteo na televisión e escoitei que tocara o Gordo e que acababa en oito. Fun á cociña e díxenlle á miña nai que tiñamos o reintegro", relataba Patricia Eimil, mientras confirmaba que fue su madre, Pilar Ferreiro, la que se dio cuenta de que era el número de la casa, elegido al azar.


José Vázquez: "Temos que traer á París de Noia, á Panorama e ao Combo Dominicano"


"Empezou a dicirme: ‘Que é o noso, que é o noso’. Comprobámolo e xa chamamos a meu irmán, que veu con meu pai ata aquí, e de alí a un pouco empezaron a chegar veciños e xente que para sempre no bar", añadió la joven, todavía con un temblor intermitente en las manos. "Non sei cando vai parar", decía con una risa nerviosa.

Su hermano, David, más sereno, reconoció que al principio no se lo creyó. "Chamoume e colgueille, ata que me deu por mirar no móbil e, como sabía o número de memoria, xa vin correndo para o bar. Isto é incrible, non teño palabras para describilo", relataba el joven, que entre risas decía a los clientes que podían tirar lo que quisieran al suelo. "Xa non toca limpar, que agora temos para cambiar as plaquetas".

Su tía Ana Belén Ferreiro fue otra de las agraciadas. En realidad, toda la familia se llevó premio. "Ata os que viven en Bilbao", reconoció la mujer, que dejó su puesto de trabajo como administrativa en una empresa en el polígono vilalbés en cuanto supo la noticia y se plantó en el Cascudo con dos cajas de champán. "Hai moito que celebrar, imos vivir máis folgados. Somos moi afortunados", confirmó con una interminable sonrisa.


José Luis Pichín: "Vou cambiar o coche e imos fichar a Cristiano Ronaldo para o Albense"


La misma que compartían todos los vecinos de esta parroquia vilalbesa, tocados por la varita de la fortuna. Uno de los primeros en llegar al bar fue Quique Castro, natural de Ponte de Outeiro (Castro de Rei), y vecino de San Xoán de Alba. "É difícil de crer. Eu escoitei na radio que tocara e rapidamente vin para aquí", reconocía, mientras atendía una llamada tras otra en su teléfono. "Aínda non sei que farei cos cartos, pero sempre hai algún burato que tapar e, ademais, dous fillos que criar", reconoció abrazando a su pareja.

José Luis Pichín, otro joven de la zona, también aparcó su coche frente a la puerta del bar y se fundió en un abrazo con todos los presentes. "Son repartidor e xusto estaba nun bar cando vin que nos tocara. Vou cambiar o coche e imos fichar a Cristiano Ronaldo para o Albense", decía entre risas, mientras el resto de jóvenes cantaban: "O ano que vén Albense-Real Madrid".

Ana Belén Ferreiro: "Somos moi afortunados e, a partir de agora, imos vivir máis folgados"


Antonio López repartirá su décimo con su hijo Álex, con el que celebró como el que más la llegada del Gordo a Vilalba. Primero lo hizo en la administración de lotería y después se trasladó hasta el Cascudo para saltar, gritar, bailar y cantar sin parar. "Isto é unha alegría moi grande, é tremendo. Un soño para toda a parroquia", resumió. "Eu xa o sabía. Nacín con ese instinto. Tiña claro que antes de morrer me tocaría a lotaría", aseguró por su parte José Antonio Teijido, un vecino de Os Vilares (Guitiriz), que trabaja en una parrillada, y que se acercó hasta el bar de Alba en cuanto tuvo ocasión.

Así lo hizo también José Vázquez, uno de los integrantes de la comisión de la Festa da Xuventude de Alba, que se celebró por primera vez este año que termina con un gran éxito de participación. "Que teñan todos os veciños seguro que se vai celebrar o 10 de marzo de 2018. E este ano xa estamos falando que vai ser gorda. Temos que traer á París de Noia, á Panorama e ao Combo Dominicano", dijo este vecino de Insua.

Al final, los millones que cayeron en esta parroquia vilalbesa no solo servirán para tapar los tradicionales agujeros, sino también para poner una sonrisa permanente en todos sus vecinos