"Yo me negaría a marcar a mi hijo con un pañuelo azul; aunque estuviera en Madrid"

Viviana Fernández Pico habla de como pasa el confinamiento en Vilalba con su hijo Otto, que sufre trastorno del espectro autista
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photo_camera Otto, de paseo por Vilalba

Días antes de que se desatara el estado de alarma y el forzoso confinamiento, la vilalbesa Viviana Fernández Pico y su familia viajaron a Vilalba y escogieron la capital chairega como refugio desde donde poder enfrentar esta situación incierta.

"Tenemos la suerte de tener una casa", expresa la escritora y responsable de Lolita Blu pensando especialmente en su hijo Otto, que padece trastorno del espectro autista, una enfermedad cuyo día mundial para su concienciación se celebró el jueves. En Vilalba, rodeado de naturaleza, el pequeño tiene la oportunidad de respirar al aire libre, de jugar y de pasear.

Generated by  IJG JPEG LibraryGenerated by  IJG JPEG LibraryGenerated by  IJG JPEG Library"No sé si es por el trastorno o por su personalidad, pero a mi hijo le encanta la naturaleza", afirma Viviana (en la imagen), que explica que "necesita actividad física, cansarse, desahogarse", algo que en su propio edén de la capital chairega tiene garantizado. Y es que pese a que no se trata de un diagnóstico tan severo como otros —hay pacientes que llegan a autolesionarse—, el día a día se hace más llevadero que en un piso de Madrid, donde residen habitualmente.

Viviana, además, incide en que para las personas con autismo es imprescindible salir a la calle. "Les da calidad de vida", dice, mientras celebra la instrucción emitida por el Ministerio de Sanidad por la que se les permite salir durante el estado de alarma. Pero también se muestra molesta con las personas que "insultan a un niño, tenga o no una discapacidad, por salir a la calle. Yo si viera a alguno lo que pensaría es que tiene que ir a algún sitio o que necesita salir, pero nunca le gritaría desde un balcón", denuncia, y añade que es "antinatural y brutal increpar a un niño".

Deberíamos tener una sociedad suficientemente madura que entienda que hay personas que necesitan salir de casa

Para intentar frenar esas situaciones violentas, las redes han visto florecer una campaña con la que se invita a que aquellos pequeños que tengan alguna discapacidad y precisen salir porten un pañuelo azul.

"Yo me negaría a marcar a mi hijo aunque estuviera en Madrid", reconoce Viviana, quien sí procura evitar zonas urbanas y pasear con Otto por el campo vilalbés, donde no se cruza con nadie. "Deberíamos tener una sociedad suficientemente madura que entienda que hay personas que necesitan salir de casa", defiende categóricamente una mujer a la que esta medida le recuerda a «la Alemania nazi con los judíos".

"Esto entra en la esfera privada de cada persona, como la orientación sexual o la religión, y no hay por qué identificar a nadie por su discapacidad", ejemplifica la vilalbesa, que también sostiene que "se saca a los perros a pasear y todo el mundo lo entiende".

De puertas para adentro, la clave, dice, está en «entrar en los intereses particulares» de su hijo. Lo que se hace todo el año, pero ahora durante las 24 horas del día. A Otto, por ejemplo, le gustan los baños con espuma y los cuentos, así que su familia lo tiene más en cuenta que nunca y así poder hacerle agradable un confinamiento diferente.

"Para los padres recomiendo mucha paciencia, porque no es algo fácil", dice la autora de ‘Te dibujaré una armadura’, un libro que, para los que no lo tengan en formato físico, está disponible en Amazon Prime en abierto, y en el que Viviana se saca la armadura del autismo y habla a corazón abierto de la experiencia con su hijo Otto, cómo le fue diagnosticado el trastorno y cómo se enfrentó a esa nueva realidad.

FACETA LITERARIA. La escritora, que ya publicó otros dos libros en 2010 y 2012, avanza que ya tiene un manuscrito finalizado "que nada tiene que ver con autobiografías" y asegura al mismo tiempo que su faceta literaria también está en cuarentena. "Lo de escribir lo tengo parado, requiere un ejercicio de concentración muy intenso que con niños es muy difícil de conseguir", concluye Viviana.

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