Los que acudieron este lunes al funeral por Maruja Fernández Cando no pudieron evitar las lágrimas por el pesar que ocasionó la marcha de una persona adorable que sufrió con dureza los avatares de la vida. Muy joven perdió a su madre, Cristina Cando Duarte, que había formado una familia con Ramiro Fernández Abeleira, asentados en Duarría, en cuya casa de la Rúa da Tormentosa pasó los últimos tiempos Maruja. Se había trasladado a este barrio de Castro de Ribeiras de Lea algún tiempo después de quedarse viuda de Antonio Fernández Picado, natural de Coeses, con el que residió a las fueras de la ciudad de Lugo tras contraer matrimonio. Maruja trabajó durante años en Novafrigasa, la empresa cárnica situada en Lamabranca.
Las abundantes muestras de condolencia recibidas por la familia fueron dirigidas principalmente a su padre, Ramiro, jubilado de la Granja Gayoso Castro de la Diputación Provincial de Lugo, así como a su hermano, José Manuel Fernández Cando, y a su hermana política, Josefa Gómez Abelleira. D.E.P.
Las abundantes muestras de condolencia recibidas por la familia fueron dirigidas principalmente a su padre, Ramiro, jubilado de la Granja Gayoso Castro de la Diputación Provincial de Lugo, así como a su hermano, José Manuel Fernández Cando, y a su hermana política, Josefa Gómez Abelleira. D.E.P.
