El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana -el anterior de Fomento- refuerza la seguridad en la rotonda de Grandisca, en Vilalba, un punto habitual de concentración de accidentes y una glorieta para la que se han solicitado medidas en numerosas ocasiones.
En los últimos días, personal de conservación de carreteras instaló en la glorieta, ubicada en la A-8, en su salida 576, más de una decena de señales verticales lumínicas. La rotonda enlaza esa autovía con dos carreteras autonómicas -la AG-64 y la LU-861- y una municipal, la LU-118.
Las nuevas señales incorporan luces led, que funcionan con pequeñas placas fotovoltaicas, y permiten visibilizar mejor la rotonda, sobre todo por la noche. Uno de los puntos más conflictivos siempre fue la salida de la Autovía Ferrol-Vilalba -pese a contar con numerosa señalización al finalizar la vía-, pero también se registraron siniestros desde la incorporación desde el casco urbano.
Los choques han sido reiterados desde hace años en este punto y muchos han registrado heridos de gravedad. Pese a que la glorieta es competencia de Tráfico, es habitual, por la proximidad a Vilalba, que actúe también la Policía Local en los siniestros.
Desde el Concello valoran el refuerzo de la señalización. Las reclamaciones para mejorar la seguridad se remontan a 2010 y a un acuerdo plenario para exigir a Fomento iluminación en la zona, aunque el ministerio lo rechazó porque no se cumplía la intensidad media de circulación de vehículos superior a 60.000 al día. En Marea llevó la problemática al Congreso.