Una vilalbesa lucha desde hace un mes para eliminar un nido de avispas asiáticas

Los insectos regresaron pese a que los bomberos los ahuyentaron el pasado día 20
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photo_camera Nido en su estado inicial, visto desde la ventana de la afectada

"No podemos dormir por la noche, nos morimos de calor. No puedo poner la ropa a colgar fuera, ni ventilar la casa cuando se queda con el olor a comida. Me entran por todas las ventanas, así que las tengo cerradas. Tengo miedo, sobre todo por los niños, porque no sabemos si somos alérgicos o no", relata desesperada Gabriela Chisca, una vilalbesa que lleva un mes conviviendo con unas particulares vecinas, las avispas velutinas que hicieron un nido primario en la cornisa del edificio en el que vive y a escasos metros de las ventanas de su piso, que está en la cuarta y última planta.

Tras múltiples llamadas para gestionar su retirada, los bomberos del parque comarcal de Vilalba acudieron al inmueble, ubicado en la Rúa Galicia de la capital chairega, y retiraron este y otros tres secundarios en la misma zona -dos en edificios contiguos y un tercero en una obra abandonada en una calle perpendicular-. Pero esto no solucionó, al menos de forma inmediata, su problema.

"El pasado lunes (día 20) vinieron los bomberos, rompieron el nido, que era del tamaño de una pelota de fútbol, y echaron un spray, y las avispas escaparon, pero volvieron y empezaron a hacer el nido otra vez en el mismo sitio y en una semana volvía a ser casi del mismo tamaño", explica esta vilalbesa, crítica con las dificultades que se encontró durante todo este tiempo para llegar a este punto.

"Empecé llamando al Ayuntamiento, allí me derivaron al 112, después al 012, luego a los bomberos y así continuamente. Estoy cansada de llamar a un lado y a otro, ya casi me da vergüenza, pero aquí no podemos vivir así", asegura Gabriela, que reside en este inmueble con su marido y sus dos hijos, de nueve y doce años.

Relata además que se trata de un piso "muy caluroso" en el que hay días que, con todas las ventanas cerradas "no se puede respirar, no tenemos aire", pero que no puede abrirlas por que tiene miedo. "La velutina pica y puede matar", apunta.

Los bomberos de Vilalba acudieron de nuevo este pasado lunes para volver a retirar el nido, una actuación que la afectada espera sea por fin definitiva.

Aunque la retirada y destrucción de este tipo de nidos corresponde a la empresa pública Seaga, a través del convenio que tiene esta con la Xunta y la Fegamp, desde el parque de bomberos vilalbés ya se realizaron en lo que va de año 19 intervenciones de este tipo, siendo la cuarta tarea más habitual para los bomberos después de los incendios (56 actuaciones), la retirada de elementos de riesgo (50) y las actividades preventivas (44).

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