Metamorfosis de leyenda en arte

Miguel Peralta, de Cestola na Cachola, finaliza un nuevo mural que se enmarca dentro de la apuesta artísitca del Concello de As Pontes de convertir las calles en un museo al aire libre 

Migule Peralta, de Cestola na Cachola, frente a su mural de As Pontes. C.ARIAS
photo_camera Migule Peralta, de Cestola na Cachola, frente a su mural de As Pontes. C.ARIAS

Cuenta la leyenda que en lo alto del Monte Caxado, en As Pontes, hay una piedra que en su interior guarda dentro un secreto. El mismo que desde hace días se puede descubrir en el último mural que se integra dentro del proyecto del Concello de As Pontes para revitalizar las calles del municipio con una especie de museo al aire libre.

Desde hace seis días, en el primer tramo que se recorre de la Avenida de Galicia al entrar en la localidad desde la provincia de Lugo, una vez que se cruza el puente de Isabel II, uno de los gigantes de hormigón, que contrastan con las casas de dos pisos -muchas abandonadas-, empezó a llenarse de color. Hoy, el trabajo finalizado, a pocos pasos del río Eume que marca el rimo, es el reflejo de la metamorfosis de la leyenda en arte.

"Din que dentro dunha pena no Monte Caxado hai unha moura encantada. Era unha princesa que namorara dun mozo do lugar pero o rei mouro, pai da moza, non estando de acordo con isto encantouna. Desde entón dise que sae a noite de San Xoán transformándoa nunha galiña cos seus pitos», recoge la web de Galicia Encantada. Y los ojos, frente al nuevo mural, reconocen las palabras.

DSC08386"Me hablaron de la leyenda, que existe en otros lugares, la de la gallina y los pollitos de oro, y me gustó, porque además se dice que en la cultura más tradicional tiene relación con las Pléyades, las estrellas que al salir marcaban el inicio del tiempo de las cosechas», explica el almeriense Miguel Peralta, de la cooperativa artística Cestola na Cachola de Lalín. La misma que realizó murales icónicos como el de Monforte de Lemos, en Lugo, o el de Os Peares, en Ourense. 

"Normalmente trabajo con ideas propias pero me gusta investigar la historia del lugar y tratar de recrear algo con lo que la gente se pueda identificar", dice el autor de la metamorfosis artística, minutos antes de poner fin a su trabajo, que explica, pero sin adentrarse en cada detalle.

Al artista no le gusta que el observador tenga "una preconcepción cerrada" de la obra antes de verla ni que se acabe del todo el "enigma". "La idea es que el juego de colores también te hipnotice un poco", explica. Y los comienzos auguran desde el primer día buenos resultados.

"La gente se paraba a mirar mientras trabajaba y los coches pasaban más despacio", indica Miguel, aún con las manos pintadas de colores mientras habla de un trabajo que requiere más esfuerzo físico pero que no le supone una dificultad mayor que un cuadro colocado en un caballete, pese a que el lienzo en el que pintó en esta ocasión tenía cuatro plantas.

"Lo único difícil es encajar el dibujo, después es fácil", asegura. Lo peor para él, concreta, es que "es un trabajo de una gran responsabilidad". "Es una obra que ves al entrar en el pueblo, pero en eso prefería no pensar mucho", dice con una sonrisa mientras observa, satisfecho, la obra, desde la plaza que se sitúa detrás de la iglesia de Santa María, en el espacio que hace décadas ocupó el antiguo cementerio. 

"Espero que a la gente le cause buena impresión y la vayan haciendo parte del pueblo", añade, mientras agradece al Concello de As Pontes haber contado con él para este proyecto que sirve para dar espacio al arte en las calles. "Es un puntazo", resume. La obra, también. 

Un proyecto con vocación de continuidad y muchos artistas
El proyecto de convertir las calles de la localidad en un museo ya contó con la participación de diversidad de artistas. En una primera fase participaron tanto muralistas locales como otros con gran trayectoria, como Luis Davila o Joseba Muruzábal, que hizo famosa a Carmen de la Depuradora, una vecina de As Pontes. En esta última apuesta del Concello, antes del mural de Miguel Peralta hubo otros dos: el de Lula Goce, en el Canal IV, y el de Miguel Ruíz, en la Praza do Hospital. 

 

Comentarios