Un mes sin noticias de Enrique Bolívar en Abadín

La falta de avances en la investigación por la misteriosa desaparición del octogenario de Abadín mantiene en vilo a vecinos y allegados ► En el barrio de Quende, en el que se le perdió la pista, vuelven poco a poco a la normalidad, aunque aseguran vivir con "temor" y "medo"
La vivienda de Enrique Bolívar, con su rostro sobreimpresionado. SEBAS SENANDE
photo_camera La vivienda de Enrique Bolívar, con su rostro sobreimpresionado. SEBAS SENANDE

Este martes hace justo un mes que Enrique Bolívar Díaz desapareció sin dejar más rastro que su bastón roto en Quende, el barrio abadinés donde vivía solo este octogenario, cuya misteriosa desaparición y la falta de avances en la investigación mantienen todavía en vilo a vecinos y allegados.

Estos tratan poco a poco de volver a la normalidad, como lo hacía este lunes por la mañana Eduardo, que daba pequeños paseos cerca de su vivienda en un núcleo en el que apenas viven seis vecinos. "Estamos á espera de saber que pasou, xa vai un mes e non hai corpo nin nada...", reflexionaba el hombre, que es familiar de Enrique, y al que recuerda "como un bo veciño".

"Non lle facía mal a ninguén", añadía, indicando que Fontepresa era "un lugar moi tranquilo" hasta que hace días todo cambió. Lo hizo después de varias intensas jornadas de búsqueda sin resultados y de un giro radical en la investigación del que todavía tratan de recuperarse.

"Buscaron por canto sitio había e non se atopou nada. Veu moitísima xente, ata meteron os cans alí no monte", contaba Eduardo, mientras señalaba el camino de vuelta que debía haber tomado el octogenario hasta su casa, una vivienda a la que ahora su vecino prefiere ni acercarse.

Y es que la posibilidad de que la marcha no fuese voluntaria ni estándar, como las que se dan en otras desapariciones de ancianos que tienen problemas de demencia o memoria, y al no descartarse tampoco la implicación de otras personas, ha dejado un clima de temor y miedo por todo el barrio.

                      Eduardo, vecino de Quende.
Eduardo, vecino de Quende. SEBAS SENANDE

Así lo reconocía otro matrimonio, que prefería mantenerse en el anonimato, y que, con respuestas cortas y cara de circunstancias mientras guardaba un tractor en un alpendre, aseguraba que "a xente ten medo".

Prueba de ese temor que se ha instaurado en la zona es que la vecina con la que compartió café la tarde de su desaparición, y que también guarda parentesco con el octogenario, ha decidido marcharse a vivir a otra ubicación, lejos del lugar donde se esfumó.

"Queremos que se resolva todo canto antes, que apareza da forma que sexa, pero que apareza xa. Sería ben para a tranquilidade de todos", añadía el matrimonio, tratando de seguir con esa rutina que se vio alterada el pasado 3 de septiembre.

Posible conexión

Hasta el momento la Policía Judicial mantiene abiertas todas las líneas e hipótesis, aunque no se han practicado detenciones ni hay personas investigadas en relación al caso. Para salvaguardar las pesquisas, la jueza de Mondoñedo acordó decretar el secreto de las actuaciones, después de que se publicase que podría haber una posible conexión entre la desaparición de Enrique Bolívar Díaz y un incendio de un vehículo, provocado presuntamente la misma noche que se le perdió la pista, en una gasolinera abandonada de A Mariña, y cuyo propietario no sería una persona ajena al entorno del octogenario.

En la pista por la que regresaba localizaron su bastón roto. La misma zona en la que algunas voces apuntan a que también se recuperaron restos de un vehículo. SEBAS SENANDE
En la pista por la que regresaba localizaron su bastón roto. La misma zona en la que algunas voces apuntan a que también se recuperaron restos de un vehículo. SEBAS SENANDE

Durante los días posteriores a la desaparición se tomó declaración a varios vecinos y a empleados de negocios como un taller o una gasolinera, para tratar de arrojar luz sobre un caso que ha consternado a todo el municipio de Abadín y a buena parte de las comarcas de Terra Chá y A Mariña.

Además, según comentan los vecinos también se habrían investigado los posibles movimientos bancarios del octogenario de Fontepresa, un barrio que da nombre a uno de los viaductos de la A-8, donde también se habrían revisado las cámaras de seguridad.

"Agora está todo en mans dos técnicos, nós pouco podemos facer máis que esperar e que se resolva. Porque isto podía ternos pasado a calquera de nós", concluía emocionado Eduardo, deseando, como el resto de vecinos, poder pasar página y que Quende vuelva a ser el sitio tranquilo que era.

La búsqueda se inició dos días después

Aunque la desaparición se produjo el domingo 3 de septiembre, la búsqueda no se inició hasta dos días después. Y es que al vivir solo se tardó en notificar su ausencia un tiempo. Se dio el aviso a sus familiares el lunes por la tarde desde el centro de día de Abadín, al que acudía regularmente, después de que el servicio de transporte hubiese acudido a su casa por la mañana sin obtener respuesta. Su familia también se desplazó hasta la zona y, al no localizarlo ni dentro ni por los alrededores de la vivienda, alertó a la Guardia Civil.

En la tarde de su desaparición acudió a visitar una vecina, en el barrio de Outeiro, a 200 metros de su casa. Se despidió alrededor de las 19.00 horas y ya no se supo más de él. SEBAS SENANDE
En la tarde de su desaparición acudió a visitar una vecina, en el barrio de Outeiro, a 200 metros de su casa. Se despidió alrededor de las 19.00 horas y ya no se supo más de él. SEBAS SENANDE

MEDIOS. Las labores de búsqueda se iniciaron el día 5, con un dispositivo coordinado por los agentes del cuartel de Abadín y al que se sumaron guardias de Vilalba y del equipo cinológico de la Benemérita. También colaboraron vecinos, voluntarios, Protección Civil de Mondoñedo y Vilalba, integrantes del club de enduro mindoniense, cazadores, drones y guías y perros de Casaga.

ZONAS. Además de buscar en Quende, también se peinaron zonas de A Corda, Fanoi, Galgao o Romariz.

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