Más calles aptas para todos

Esta vecina vilalbesa se encuentra con dificultades para circular por varias travesías del municipio a pesar de tener "buen manejo de la silla y fuerza". También habla de cosas buenas, como los accesos a los supermercados y a las instituciones públicas
Milagros López Vernet, en su silla de ruedas. EP
photo_camera Milagros López Vernet, en su silla de ruedas. EP

Algo tan común como abrir la puerta por la mañana, bajar a la calle y seguir tu camino habitual hasta tus establecimientos de confianza para hacer los recados del día. Acciones tan simples que pueden ser una odisea en el momento en el que te tengas que ayudar de una muleta, un bastón o, sobre todo, una silla de ruedas.

Milagros López, baionesa de nacimiento y, a día de hoy, vilalbesa de adopción, usa cada día su silla de ruedas para desplazarse por el pueblo. Esto se debe a que tiene "una discapacidad de nacimiento, espina bífida, y desde hace unos años uso una silla de ruedas por ese motivo".

La vecina del municipio se mudó a la capital de la Terra Chá después de una estadía en Madrid. Eligió Vilalba porque encontró "un piso adaptado a mí, con facilidades de movilidad y sin prohibiciones de tenencia de animales, ya que, al tener una gata, en muchas viviendas es un problema". Eso unido a que quería "volver a Galicia y teletrabajo, con lo que puedo hacerlo desde cualquier destino", asegura.

Además, el pueblo se adapta a que circule con la silla por las calles, gracias a que está "fuerte, también por practicar un deporte, el handbike, y me manejo bien con la silla", como ella misma dice, a la vez que afirma que "otras personas a lo mejor tendrían más dificultades, ya que cada situación es distinta".

"Lo que más dificulta el paso de personas con silla como yo, o incluso con muletas o bastón, es el estado de varias aceras del pueblo, que están viejas y tienen boquetes, lo que hace peligroso ir por ahí por poder tropezar o incluso pinchar una rueda", apunta Milagros.

Habla también de que "hay que arreglarlas pensando en la accesibilidad y elegir bien el tipo de suelo, ya que me encontré una nueva hecha en adoquín", una superficie que "dificulta muchísimo el pasar por ahí".

Además, contempla que "en algunas aceras hay muy pocos rebajes para subir y bajar de la misma, y eso hace que a veces haya que ir por la carretera". También apunta que en algunos locales pequeños o bares el acceso es "muy complicado".

"La entrada a las instituciones, al centro médico o a lugares como el supermercado es perfecta y está adaptada. En este último además siempre hay una empleada dispuesta a ayudarte en lo que necesites para hacer tu compra con facilidad", explica, aclarando que también hay cosas buenas.

Accesibilidad

Sobre la importancia de un ascensor y de evitar escaleras, Milagros cuenta la historia de su vivienda en Baiona mientras estudiaba y empezaba a trabajar: "Tenía problemas de accesibilidad en mi piso porque había siete escalones antes de llegar al ascensor".

"Entonces a mí ya me costaba salir de casa para ir a la universidad, y después para trabajar ya era un castigo, como quien dice". (Se ríe). Con esta situación, la rutina era "salir lo justito y después llegar a casa y descansar, porque pensar en bajar y subir esos siete escalones era mucho, y no te quedaban ganas de salir", explica, a la vez que evidencia lo necesario que son ascensores y accesos aptos, no solo físicamente, sino también para la cabeza, para las ganas de salir a la calle y para el cansancio.

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