El manjar chairego en horas bajas

Las queserías de la DO San Simón da Costa reducen su producción al mínimo por el Covid-19 ▶ Las ferias anuladas, el cierre de la hostelería y la falta de exportación lastran al queso vilalbés
Quesos de San Simón da Costa. ARCHIVO
photo_camera Quesos de San Simón da Costa. ARCHIVO

Pese a los múltiples premios que recibe en certámenes nacionales e internacionales, lo demandado que es en las cocinas particulares y profesionales de toda España, y la proyección que tiene más allá de las fronteras nacionales, el queso con DO San Simón da Costa está acusando muy fuertemente la crisis derivada de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Tanto es así que las queserías que se encargan de su fabricación han reducido su producción al mínimo y se afanan por sacar adelante el stock que hay en sus cámaras frigoríficas y de ahumado, que se encontraban llenas ante una época del año en el que las ventas se sitúan habitualmente en unos niveles altos.

Pese a ser un bien de primera necesidad, el queso vilalbés vive sus horas más bajas sobreviviendo a base de la venta en supermercados y en las propias queserías —algunas potencian ahora estos días el reparto a domicilio—. La cancelación de numerosas ferias gastronómicas, el cierre de toda la hostelería y la bajada en la exportación a otros países condicionan a los productores, que ya han empezado a hacer números.

"En torno ao 75% da nosa produción é para vender en feiras e mercados e isto colleunos xusto na mellor época, xunto co mes de agosto", explica Cristina Román, de la quesería Don Gabino, que confía en darle salida a los quesos que tiene con la venta a domicilio. "Non imos producir máis por agora. Desfacernos do que temos nas cámaras e logo ir vendo como evoluciona todo", añade.

La quesería Daniberto, que perdió 25 ferias en marzo, abril y mayo, solicitó un Erte para pasar de nueve a cuatro trabajadores

En la misma situación se encuentran en la quesería Daniberto, donde afrontan la cancelación de 25 ferias en los meses de marzo, abril y mayo. "E as que xa están anulando para xuño", se lamenta Daniel Pérez, presidente además del Consello Regulador de la DO.

"Pillounos coas cámaras cheas ata arriba e estamos á expectativa, pero optamos por facer un Erte. Somos dous socios e sete traballadores e está planeado para quedarnos os socios e dúas persoas. E imos sobrados. Non estamos facendo nin o 10% dos números do ano pasado", asegura.

El parón en la hostelería también afecta de una forma importante al volumen de ventas. María Cuba, de quesería Crisanto, explica que envían "moita cantidade" a Santiago de Compostela, para restaurantes y tiendas pequeñas dirigidas al turismo y a los peregrinos y que ahora también están cerradas porque "non hai a quen vender". "Temos explotación propia e estamos elaborando queixos co noso leite. Deixamos de comprar fóra. O traballo está sendo moi relaxado e vendemos na queixería e en reparto particular ás casas", apunta.

Los productores tratan de dar salida al stock que tienen en las cámaras y que estaba listo para una época buena en cuanto a ventas

Javier Piñeiro, de As Fontelas, expone que en su caso mantienen el 50% de la producción que venden a supermercados, pero que las ventas bajaron alrededor de un 40% al "estar todo parado na hostalaría e as tendas gourmets". La exportación también sufre ese parón, sobre todo en los mercados americano y europeo, mientras que el asiático se mantiene, dice.

SIN SU FERIA. Los queseros de la DO San Simón da Costa fueron de los primeros en decidir aplazar su propia feria, cuya vigésimo sexta edición estaba prevista para los días 4 y 5 de abril. "Tomamos unha decisión moi acertada daquela, xa o 12 de marzo, que igual parecía moi precipitada", reconoce Daniel Pérez. Javier Piñeiro, presidente de la asociación de queseros, por su parte cree que aún se pueden barajar fechas para la Festa do Queixo San Simón da Costa, aunque admite que "vai estar complicado facela este ano".

María Cuba asegura que les dio "pena" tener que suspenderla. "Era un bo apoio, porque a feira sempre foi boa. Era unha mercancía que contabas que saía e uns ingresos que viñan", manifiesta.

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