Los dos décimos 'vilalbeses' del Gordo que llenaron de alegría a una familia viguesa

"Gracias al premio mi madre no tendrá que vender su casa para pagarse la residencia"

Maite, Pilar, Julia y José María, en el Bar Cascudo. MARTA MANCEBO
photo_camera Maite, Pilar, Julia y José María, en el Bar Cascudo. MARTA MANCEBO

La ubicación del Cascudo, en la primera salida de la A-8 a Vilalba, ha hecho que gente de otros puntos también haya resultado premiada. Pero si hay un caso excepcional, ese es el de Maite Carrera y Julia Andrés, de Vigo, que una o dos veces al año paran a comer en este punto cuando viajan a Oviedo.

"Estuvimos en verano y mi madre quiso comprar un décimo. En aquel momento todavía no lo tenían, así que David le dijo que no se preocupase, que ya se lo guardaba", contaba Maite entre lágrimas, tras abrazar a Pilar y José María, los responsables del establecimiento.

David cumplió con su promesa y, en cuanto tuvo los décimos, llamó por teléfono a Julia. "Al final cogimos dos, le dije que le hacíamos una transferencia, pero son tan buenas personas que nos dijeron que nos olvidáramos, que ya se lo pagaríamos", añadió la hija, que el viernes, mientras comían juntas en un restaurante en Vigo, vieron el Cascudo en televisión sin saber qué pasaba.

"Le dije a mi madre: ‘¡Está David en la tele!’", recordó Maite, que, inmediatamente, se puso en contacto con ellos y ya le dieron la "maravillosa noticia". "Es increíble, no nos lo podíamos creer. Que nos hubiese tocado y sin haber pagado los décimos", comentaba la viguesa, que ya viajó el sábado hasta Vilalba para darle las gracias a toda la familia.

"Mi madre no podía esperar más. Iba a vender su casa para poder pagarse una residencia. Tiene 86 años. En cuanto se enteró dijo que no vendía nada y que ya contrataría a alguien. Le ha cambiado la vida", concluyó Maite, sin dejar de mirar a los artífices de su nuevo futuro. 

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