Un investigador de Bazar desarrolla una app con la que detectar el coronavirus a través de la tos

Coughvid trabaja con las grabaciones que envían los posibles casos de Covid y ya cuenta con 15.300 muestras ► Podría servir para detectar focos de contagio, como herramienta de screening o para integrar en otras aplicaciones
Tomás Teijeiro, en el campus de la EPFL. EP
photo_camera Tomás Teijeiro, en el campus de la EPFL. EP

El investigador Tomás Teijeiro, natural de la parroquia de Bazar, en Castro de Rei, es uno de los integrantes del equipo que se encarga de desarrollar una app con la que se podría identificar el coronavirus a través de la tos del paciente, un trabajo del que se ocupan en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza.

El grupo de trabajo, formado por el propio Teijeiro como investigador postdoctoral; el jefe del laboratorio, David Atienza, y cinco estudiantes, se encuentra en una fase inicial de su proyecto, recolectando la mayor cantidad posible de datos y haciendo el análisis exploratorio. “Calculamos que en dous ou tres meses xa poderemos decidir se merece a pena continuar ou se hai que reformular o sistema”, vaticina Tomás Teijeiro.

Esta app, disponible en la web coughvid.epfl.ch para cualquier navegador y smartphone, tiene su objetivo en reconocer las características de la tos provocada por el SARS-Cov-2, ya que la tos seca se da en dos de cada tres pacientes. Ahí reside el germen de la idea.

“A nai dunha das estudantes, que é médica en Estados Unidos, comentoulle que saben se un paciente ten coronavirus escoitando como tose”, recuerda el chairego, y tras contactar con otros profesionales sanitarios se lanzaron a crear una app en un mar de incertidumbre, porque “de momento, apenas hai datos do Covid”.

La madre de una de las estudiantes, médica en Estados Unidos, aseguró que saben si un paciente tiene el virus por su tos

El proceso del usuario, posible caso de ser portador del virus aunque la app está abierta a toda la población para así conseguir una muestra lo más amplia posible, consiste en cubrir un pequeño cuestionario y grabar su tos hasta un máximo de diez segundos.

“De momento levamos unhas 15.300 gravacións, pero hai moito ruído neses datos”, afirma Teijeiro, que reconoce que, aunque la mayoría de los registros pertenece a gente joven “máis ligada á tecnoloxía”, también cuentan con el de personas de 90 años. A mayores, un hospital de Suiza colabora en el proyecto enviando la tos de pacientes con coronavirus.

APLICACIONES. Uno de los escenarios de aplicación sería el de actuar como herramienta de screening para cribar los sospechosos de ser positivo; es decir, “cando alguén sospeita que ten a enfermidade, fai a proba na app e esta recoméndalle facer o test ou ben continuar coas recomendacións das autoridades sanitarias”, explica Tomás. El otro supuesto es el de identificar focos de contagio de coronavirus, ya que la aplicación, pese a ser anónima, conoce la situación geográfica del usuario. También se baraja integrar la app en otras ya existentes o que se están desarrollando, para completar las conclusiones que se extraigan.

Este joven ingeniero informático, que ya va por su segundo año en el país alpino, defiende que “non hai receitas máxicas” para vencer al coronavirus, aunque confía que el desarrollo de fármacos que alivien los síntomas y mermen la letalidad controlarán la pandemia hasta que se dé con una vacuna. “Son tantos os equipos que están traballando, que non tardará moito”, concluye.

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