A pesar de que Gisele sigue alejándose de la península, el invierno meteorológico se resiste a marcharse a la par que la estación, que en su último fin de semana dejará en Galicia temperaturas frías, precipitaciones en forma de nieve por encima de los 800 metros y alerta amarilla por oleaje en la costa.
En la tarde de este viernes, una intensa granizada cubrió de blanco la comarca de A Chaira y complicó la circulación en la autovía A-8, a su paso por Vilalba.
Por la mañana, fue la nieve la que hizo acto de presencia y dificultó el paso de vehículos en algunas carreteras de Cervantes, Quiroga, O Courel, A Fonsagrada, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz, Pedrafita, As Nogais, Ribeira de Piquín y Samos, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT).
De acuerdo con el pronóstico de Meteogalicia, la cota de nieve descenderá este domingo hasta los 700 metros y, ya el lunes, hasta los 600 metros, acompañada de la caída de las temperaturas máximas.
La Aemet prevé un ascenso térmico para la segunda mitad de la semana entrante
La razón de que este tiempo inestable se prolongue es que, durante este fin de semana, Galicia queda en una situación intermedia, con una pequeña borrasca que se desplaza por el oeste de Portugal. Su influencia se dejará ver este sábado en los intervalos nubosos y en unos chubascos que serán más frecuentes por la mañana e irán remitiendo a medida que avance la jornada. Los vientos del norte son los que traerán mañana las bajadas en el mercurio y las mayores precipitaciones, que dejarán nieve otra vez en las zonas altas de las provincias del interior. No obstante, la costa ya no estará en alerta por oleaje.
Además, para la segunda mitad de la semana entrante, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un ascenso térmico, aunque "parece que de cara al fin de semana podrían volver a bajar".
