La inesperada muerte de Rodríguez Couce deja huérfanas 35 parroquias

El sacerdote con más responsabilidades de toda la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, y que también era capellán de las dos residencias de Castro de Rei, falleció este jueves a los 50 años de edad
Rodríguez Couce. AEP
photo_camera Rodríguez Couce. AEP

Llegó a Terra Chá tras una llamada del obispo Manuel Sánchez Monge en la que le requería para ayudar a Xosé Manuel Carballo. Los 15 días iniciales para colaborar con uno de los curas más queridos de la comarca se transformaron en seis años en los que Javier Rodríguez Couce (San Sadurniño, 1971) fue asumiendo nuevas tareas y multiplicando parroquias hasta llegar a las 35, las mismas que ahora se quedan huérfanas tras su inesperado fallecimiento a los 50 años de edad.

La noticia de su partida fue recibida con "sorpresa", "incredulidad" e "impresión" por todos aquellos que tuvieron la fortuna de tratar a una persona "afable", "respetuosa" y "muy cercana", y que ostentaba el título de ser el sacerdote con más parroquias a su cargo de toda la diócesis de Mondoñedo-Ferrol.

Rodríguez Couce, ordenado en Mondoñedo en 1999, inició su labor sacerdotal en Cedeira. También ejerció como párroco en San Claudio, en Ortigueira, donde pasó nueve años, y en O Barqueiro y O Vicedo, donde estuvo cinco. Los últimos dos antes de su llegada a tierras chairegas los pasó en el monasterio de Samos haciendo espiritualidad.

En la comarca inició su andadura como ayudante en las parroquias de Goberno, Balmonte, Ramil, Castro de Rei, Santa Locaia y Azúmara, para sumar después las de Ponte de Outeiro, Pacios, Bazar y Prevesos.

Luego llegarían Viladonga (Castro de Rei), Silva (Pol), Pousada y Baltar (A Pastoriza) y, en el verano de 2020, se convirtió en el responsable de la Unidad Pastoral (Upa) de Castro de Ribeiras de Lea, que agrupaba otras 24 parroquias.

A todas estas añadió a finales del pasado año las de Muimenta, Roás, Pumar, O Arneiro, Momán, Matodoso, Triabá, A Regueira, Reigosa, Corbelle y Vilarente, repartidas por Cospeito, Castro de Rei, A Pastoriza y Abadín.

"Sempre estaba disposto a axudar, a aportar algo", aseguran feligreses que conocieron de cerca la labor "desinteresada" y de "acompañamento" que realizaba Rodríguez Couce en una comarca en que se convirtió muy pronto en una cara conocida y querida.

También era el capellán de las dos residencias de mayores de Castro de Rei, donde su fallecimiento consternó a usuarios, familiares y personal. "Era un encanto, se podía hablar con él de cualquier cosa. Siempre actuaba de manera desinteresada. Aún no nos lo creemos", aseguró Belén Pumares, la directora de la residencia de Castro de Ribeiras de Lea, mientras el responsable del centro de día de Castro de Rei, Alejandro López, lo recordaba como "una buena persona y muy atento con los abuelos".

En los últimos tiempos, además de la labor sacerdotal, cuidaba como hijo único de sus padres, y vivía a medio camino entre la casa rectoral de Ponte de Outeiro y la vivienda de su madre en Mañón.

"Sempre tiña tempo para todo aquel que o necesitaba", aseguró por su parte Óscar Santiago, el arcipreste de Terra Chá, una comarca que despide a "un corazón entregado" a 35 parroquias.

El obispo presidirá la misa de funeral
El obispo de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, presidirá este viernes, a las 17.00 horas, la misa funeral en memoria de Rodríguez Couce, que se oficiará en la iglesia de San Sadurniño, donde recibirá sepultura en el cementerio de su parroquia natal.

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