Un año de cárcel por abandonar a un perro en una finca de Begonte sin agua ni comida

El juez afirma que el acusado "condenó al animal a una lenta y segura agonía" y lo maltrató "con una conducta pasiva"
Edificio de los juzgados de Lugo, en la Praza de Avilés. SEBAS SENANDE
photo_camera Edificio de los juzgados de Lugo, en la Praza de Avilés. SEBAS SENANDE

El juzgado de lo Penal número 2 de Lugo impuso un año de prisión a un hombre acusado de maltrato animal por abandonar a un perro de raza San Bernardo en una finca de Begonte. El animal fue rescatado lleno de pulgas, con infecciones en los ojos y los oídos, cistitis, distensión de vejiga, problemas de movilidad en las extremidades, un tumor en un testículo y delgadez extrema, por lo que —tras varios meses de tratamiento—, finalmente tuvo que ser sedado y falleció.

El juez considera probado que el acusado, entre diciembre de 2019 y enero de 2020, dejó al animal "abandonado a su suerte" en una finca que había alquilado en la Nacional VI, "sin ninguna posibilidad de recibir los más elementales cuidados para sobrevivir, tales como agua o comida, guarecerse, y sin que le hubiera dado a nadie indicación alguna para que pudiera atenderle, condenándole así a una lenta y segura agonía".

La sentencia explica que el animal se encontraba en unas condiciones higiénico sanitarias lamentables, rodeado de basura y de sus propios excrementos. De hecho, tal y como declararon en la vista el lancero y el veterinario de la Protectora de Animales y Plantas de Lugo —que lo rescataron y lo atendieron—, el animal estaba "como en un basurero". El can se encontraba en tan mal estado que tuvo que ingresar en el Rof Codina. "Tenía muchas enfermedades sin tratar y estaba 20 kilos por debajo de su peso. No era un abandono de una semana ni dos", explicaron.

Tras su ingreso, el animal experimentó una mejoría y fue trasladado a la residencia O Camiño, de Sarria, donde continuó el tratamiento. Sin embargo, el 14 de marzo de 2020, su estado se agravó, "lo que llevó a la decisión de proporcionarle una sedación previa y posterior eutanasia".

El juez del Penal número 2 de Lugo explica en el fallo que la conducta llevada a cabo por el acusado no fue "un simple abandono con riesgo para la integridad del animal", sino que el hombre "maltrató de forma deliberada, consciente y dolosa al perro, no con una conducta proactiva, sino pasiva, es decir, omitiendo las más elementales cautelas y directrices necesarias para evitar padecimientos y sufrimientos en el animal".

De este modo, le impone al acusado un pena de un año de prisión y tres años de inhabilitación para el ejercicio de protección u oficio que tenga relación con animales. Además tendrá que indemnizar al Rof Codina y a la Protectora por la asistencia que le prestaron al perro tras su rescate.

La abogada alegó que el can murió debido a su edad 
La abogada de la defensa alegó que el animal falleció por su edad, pero el juez explica que, "aunque rozaba la senectud", ya que tenía unos doce años, "el trato cruel, desalmado y atroz del acusado aceleró y finalmente desencadenó el fallecimiento del perro. La causa fueron sus patologías y complicaciones", expuso. 

El acusado no acudió 
El acusado, que fue denunciado por el dueño de la casa que alquiló, "no se dignó" a presentarse al juicio.