Los teléfonos no paran de sonar. "Llama muchísima gente para reservar y también preguntando", confirma Ana Ferreira desde el mostrador de recepción del Iberik Gran Balneario de Guitiriz & Golf, tomándose un respiro tras atender la enésima llamada de la mañana del viernes. Y así llevan más de 24 horas, desde que el jueves a las siete de la mañana el centenario hotel reabría sus puertas tras seis años sin actividad.
"Es una mezcla de sensaciones, teníamos muchas ganas de empezar y de momento va todo muy bien", detalla su compañera Águeda Piñón que, junto a Rebeca, Leticia y Laura, completa el equipo de personas encargadas de recibir y despedir a los clientes del hotel desde el primer check-in, que se producía el jueves a las 12.00.
"Dende que abrimos tivemos unha gran demanda de reservas e xa estamos ao 50% para a fin de semana", confirma la directora, Ana Lago, al frente de una plantilla de cerca de 50 personas, en su mayoría proveniente de los alrededores, y que confiesa haber sentido nervios en el gran día, pero también mucha alegría por la buena acogida, tanto por parte de los clientes como de los propios vecinos.
Titulares
Una receptividad de la que fueron testigos directos los titulares del lugar, que no quisieron perderse la jornada de apertura. José Luis Lagoa y su mujer, Graciela Borges, y Juan Carlos Cabanelas –ambos son socios de la propiedad–, visitaron el reformado complejo, en cuya rehabilitación y puesta en marcha se han invertido 8,5 millones. Además de la responsable del hotel, los acompañaron la directora de recursos humanos de Iberik Hoteles, Asunción Rivero, o la alcaldesa de Guitiriz, Marisol Morandeira.
"Veu moita xente de Guitiriz e iso para nós é moi importante", asegura Lago, destacando que justo las primeras clientas de la cafetería, que abría al mediodía –funcionará de 12.00 a 23.00 horas y ofrece carta de comidas–, fueron dos señoras del pueblo, a las que se les sumaron muchas más personas en estos dos días, paseando por el recinto o en la zona termal.
"Se nota que había muchas ganas de que reabriese la instalación", confirma Xaqueline Sotero, coordinadora del balneario, que se ponía oficialmente en marcha a las cuatro de la tarde del jueves y ya ha recibido a un buen número de clientes.
"Ha sido un arranque estupendo, parece que había ganas de poder volver a este balneario, que además es un emblema a nivel nacional", añade Sotero, que trabaja con un equipo de una decena de personas, entre las que figuran sus compañeros de faena este viernes, Vanesa Folgar y Fran Morán.
Ellos se encargan de ofrecer todo tipo de tratamientos a los clientes del hotel y a cualquier persona interesada en acudir a las instalaciones, operativas de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas de lunes a viernes y el fin de semana, hasta las 21.00 horas.
Señoritas
A las esperadas piscinas, circuitos, gimnasio o cabinas se une la sorpresiva e inesperada imagen que recibe a los usuarios y que es imposible no contemplar. Las señoritas de Guitiriz es el exclusivo y colorido cuadro de gran formato que el artista Juan Valcárcel pintó ex profeso para el balneario.
El tema elegido no es casual, según explica Ana Lago, ya que la obra sirve de recuerdo y homenaje a uno de los grandes eventos que se celebraban históricamente en el balneario, el popular baile de las señoritas, que se organizaba allá por los 60.
Y es que respetar la larga tradición del centenario lugar y sus aguas mineromedicinales y volver a convertirlo en un referente es el objetivo de los nuevos responsables y todo su equipo, que esperan recuperar la confianza de los clientes no sólo en el hotel de 103 habitaciones o en el balneario, sino también en el resto de servicios que ofrecen, como el restaurante –ya tienen reservada una comida este fin de semana para cerca de un centenar de personas–, las distintas salas de eventos o el campo de golf, cuya apertura se prevé de cara al verano
