Hallan en su casa a un septuagenario que podría llevar unos 20 días muerto

Los vecinos alertaron a la Guardia Civil al no saber nada del hombre, que vivía solo en Baltar ►Este caso de A Pastoriza es el cuarto que se registra en la provincia en apenas dos semanas

A PASTORIZA. Un vecino de la parroquia pastoricense de Baltar, José Cándido Álvarez Corbelle, fue hallado ayer muerto en su vivienda tras dar la voz de alarma los vecinos, que llevaban un tiempo sin tener noticias de él. En una primera estimación, los servicios médicos de urgencia que certificaron su fallecimiento estiman que podría haberse producido hace ya 15 o 20 días.

A falta de lo que determine la pertinente autopsia, todo parece indicar que el deceso de este septuagenario pastoricense, que vivía solo, se debió a causas naturales.

Un vecino de la zona, intranquilo porque llevaba días sin verlo ni tener noticias sobre Cándido, decidió acercarse por su vivienda dando un paseo cuando iba a atender el ganado y llamó a la puerta, sin éxito.

Preocupado por la falta de respuesta y tras constatar que otro vecino de la zona también llevaba días sin hablar con él o verlo, decidieron alertar a la Guardia Civil de A Pastoriza. Los agentes se acercaron poco después hasta el lugar para indagar las posibles causas de su ausencia.

A falta de lo que determine la autopsia, todo parece indicar que el fallecimiento de este pastoricense se debió a causas naturales

En una inspección ocular desde el exterior, ayudándose con una pala telescópica, distinguieron un cuerpo en el suelo, en la entrada de su habitación, por lo que accedieron al interior a través de una ventana y alertaron a los servicios de emergencia. Hasta el lugar se desplazó una ambulancia del 061, pero el personal sanitario solo pudo certificar el fallecimiento de este pastoricense, por lo que se dio aviso para proceder al levantamiento del cadáver.

José Cándido Álvarez Corbelle, llevaba años jubilado, tras haberse dedicado a la ganadería. No estaba casado ni tenía hijos y llevaba años viviendo solo desde la muerte de su madre hace ya más de una década. Además, su familia más próxima reside fuera de Galicia e incluso en el extranjero, según apuntaron algunos conocidos.

Algunas fuentes aseguraron que era un «bo veciño», si bien también apuntan que le gustaba vivir a su aire y que estaba aquejado de algún problema de salud. Tampoco tenía vecinos, ya que las casas más próximas están a unos 200 metros de la suya.

El hallazgo del cuerpo de este septuagenario pastoricense más de dos semanas después de su fallecimiento es el cuarto caso similar que se registra en la provincia en aproximadamente 15 días.

El pasado 17 de marzo se encontró el cadáver momificado de una septuagenaria en una vivienda de la calle Miguel de Cervantes, en la capital lucense. Según las primeras indagaciones, la mujer, que no tenía hijos y se relacionaba poco con los vecinos, podría haber fallecido ocho meses antes, momento en el que se le perdió la pista.

También en Lugo, pero en este caso en la calle Portugal, fue localizada muerta, el 1 de abril, otra mujer de 61 años. Su hija, que llevaba dos días sin saber de ella, se personó en la casa en la que residía y se topó con el triste hallazgo.

Este lunes, día 2, fue descubierto en el pasillo de su vivienda el cuerpo de Manuel Espinosa Rodríguez, un monfortino de 80 años que había permanecido ausente durante los últimos nueve días. Fue su familia la que dio la voz de alarma al no lograr contactar con él. Al igual que en los casos anteriores, también vivía solo.