Un guitiricense acusado por un incendio alega que un vecino quiere inculparlo

La Fiscalía le pide nueve meses de prisión por plantar fuego en dos ocasiones en una finca para ahorrarse el desbroce

Un vecino de Guitiriz de 80 años se sentó este lunes en el banquillo de los acusados como supuesto autor de un delito de incendio forestal en una de sus fincas, a la que según la Fiscalía habría plantado fuego una vez cortados los árboles para tratar de ahorrarse los gastos de desbroce. El acusado, sin embargo, lo negó todo y apuntó que podría estar siendo víctima de un complot por parte de un vecino de una parroquia cercana con el que mantiene malas relaciones.

Los hechos juzgados sucedieron en mayo de 2017, cuando los equipos de incendios forestales tuvieron que acudir dos noches consecutivas a la misma finca de Guitiriz para sofocar sendos fuegos, que no llegaron a extenderse. En ese momento estaban suspendidas las autorizaciones de quema por el alto riesgo de incendios.

La finca resultó ser propiedad de un matrimonio que tenía la casa a unos 500 metros. Esta pareja vive en Bilbao desde hace 60 años, aunque sigue plantando sus fincas. Precisamente, explicaron el acusado y su mujer en el juicio, que hacía solo unos pocos días que habían regresado de Bilbao cuando se declararon los fuegos.

Según dijo el sospechoso, ellos no se enteraron de que hubo fuego hasta la mañana siguiente, cuando les informó otro vecino, que sin embargo había ido a avisarlos la noche anterior pero no consiguió que nadie le abriera en la casa. Además, alegó que el contrataba siempre los trabajos de corta de árboles, limpieza y plantación al mismo maderero, y que cerca de la finca afectada tenía otra con los árboles ya crecidos que el fuego hubiera consumido si se llega a extender.

A cambio, tanto él como su esposa aportaron una posibilidad alternativa: creen que un vecino con el que ya han tenido otros juicios por diversos motivos, como servidumbres de paso o riego, había esperado a que ellos regresaran de Bilbao para plantar el fuego en su propiedad y despertar las sospechas sobre ellos.

No obstante, uno de los policías autonómicos que investigó el suceso insistió en que todo apuntaba a que el fuego se había plantado para limpiar la maleza y que el único beneficiado era el propietario del terreno.

Por ello, la Fiscalía mantuvo su acusación por incendio forestal, al entender que fue un intento de ahorrarse tanto el desbroce (unos 300 euros) como la posible sanción de la Xunta.

Por ello, solicita para este guitiricense una condena de nueve meses de prisión y 1.900 euros de multa e indemnización.