Excavaciones en Coea, Castro de Rei. Función efímera

Natural de la parroquia de Bazar, en Castro de Rei, pero afincado en Madrid desde hace años, José María Novo reflexiona sobre las recientes excavaciones que sacaron a la luz un asentamiento romano en Os Escouredos
Excavaciones en Coea. C.PÉREZ
photo_camera Excavaciones en Coea. C.PÉREZ

Los que somos oriundos de Castro de Rei, Bazar, Coea, asistimos con inusitada alegría a la primera representación idílica de un supuesto teatro imaginario y efímero, con el inicio de una exploración previa en busca de material arqueológico en Os Escouredos, Coea.

Desde muy niños siempre oímos y sentimos el run-run de que esta zona escondía por su privilegiada situación geográfica, un enorme potencial arqueológico fruto de múltiples culturas que nos precedieron en el tiempo.  De hecho, nuestros abuelos, padres e incluso alguno de nosotros,  fuimos testigos de algunos hallazgos importantes en las inmediaciones. Dos columnas y algunas planchas de hierro, fueron descubiertas  casi en plena superficie simplemente al realizar labores agrícolas con los aperos de labranza hace 50 años. Pero, ahora cuando se delimitaron al azar unos pocos metros cuadrados de terreno para empezar las prospecciones, casi con las primeras paletadas de tierra, el eficiente y experimentado  equipo de arqueólogos quedó sorprendido con los hallazgos. Y, apenas en los 20 días de trabajos que duraron las prospecciones, creen que se puede tratar de un poblado romano de gran importancia datado, a priori,  entre los siglos I y IV d. C.

A falta de los datos que puedan aportar las pruebas realizadas con equipos de georradar de  última generación, nos indican que se trataría de un asentamiento de dimensiones importantes nacido seguramente al albur de una más que probable mina de hierro que se sabe existía en las inmediaciones. O bien, pudiera tratarse de una población menor que se construía en las zonas rurales, no demasiado alejadas de las ciudades a las que hizo referencia PLINIO, militar y escritor romano, (siglo I), que habla de los Conventus Lucensis poblaciones con un nivel de urbanización inferior a Lucus Augusti. Y PTOLOMEO, astrónomo y matemático, (siglo II), que hace referencia a una entidad administrativa, formada por núcleos de población más pequeños en contraposición a las ciudades, Lucus Augusti (Lugo), Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga).

COEA, ¿UNA 'CONVENTUS LUCENSIS'?
Evidentemente, a nuestro humilde entender, sí. COEA se encuentra a 28 kilómetros de la Lucus Augusti romana, situada en una zona privilegiada donde, desde Os Escouredos, se divisa una amplia planicie de tierras de cultivo que atraviesan el Miño y el Azúmara, muy fértiles, (las mejores no solo de A Terra Chá lucense sino de toda Galicia según los entendidos). De mano de numerosos historiadores y en especial del cronista y geógrafo griego ESTRABÓN, (siglos I a.C- I d.C), sabemos que de la parte noroccidental de la provincia de  GALLAECIA, se vendía a Roma cereales como el lino, ganado y madera. Mercancía ésta que más que fruto de una compra sería de decomisos y requisas a los oriundos con destino principal al ejército de Roma.

Sigue comentando Estrabón que los romanos llegaron con afán invasor, de ocupación y de militarización, pero se percataron muy pronto de que a este entorno le podían sacar mucho provecho por la fertilidad del terreno y  de las riquezas mineras, especialmente de hierro que emplearían para la construcción de los nuevos aperos de labranza. Asentándose  e integrándose definitivamente con los oriundos al igual que había sucedido en el resto de Hispania.

CAUCA/COEA: TEODOSIO 'EL GRANDE'
Como ya informó en su día muy exhaustivamente este mismo periódico, por los hallazgos en la pequeña excavación ya se puede deducir que podrían tratarse de una Villa Romana relevante que encajaría perfectamente en este supuesto Conventus Lucensis del que hemos hablado. Estas villas eran casas de gran tamaño con numerosas estancias, un patio central con grandes columnas, chimeneas y baños, decorado todo ello con costosos mosaicos, construidas en ciudades pequeñas próximas a zonas rurales y cuyos propietarios sería gente acomodada, militares o altos cargos de la administración de las provincias que residían en estos núcleos con el fin de evitar los elevados y abusivos impuestos que tendrían que abonar de vivir en las grandes ciudades como Lucus Augusti. De ahí que no sería descabellado  pensar que una de esas villas pudiera albergar a la familia de Teodosio El Grande. Su padre, Teodosio El Viejo, era un afamando general del ejército, de familia acomodada que podría haber elegido COEA para su residencia dada la relativa cercanía con Lucus Augusti que, por entonces, albergaba el mayor campamento militar de la provincia de GALLAECIA donde, previsiblemente, estaría destinado.

Centrémonos en Teodosio El Grande (Flavius Theodosius Augustus, nacido en el año 347 en CAUCA de la provincia de la GALLAECIA y fallecido en el 395  en Milán, Italia). Fue emperador de todo el Imperio Romano unificando oriente y occidente entre los años 379-395. Pero será recordado principalmente por su gran labor jurídico-legislativa y por ser el impulsor de convertir el Catolicismo en la religión oficial del imperio tras el edicto de Tesalónica del año 380. Gobernó con mano férrea persiguiendo al resto de movimientos religiosos y llegando a prohibir los Juegos Olímpicos por considerarlos obscenos e incitadores del paganismo.

Aunque solo dos historiadores, el romano HIDACIO, nacido en la provincia de Orense y obispo de Chaves, Portugal, contemporáneo de Teodosio, y el griego ZÓSIDO, hablan sobre el lugar de nacimiento del Emperador, todo parece indicar que fue en CAUCA, perteneciente a la provincia de GALLAECIA en Hispania. Pero, ¿dónde se ubica geográficamente CAUCA? Actualmente no existe ningún pueblo en la Península Ibérica, en la Hispania Romana, con esa denominación, pero sí derivaciones lingüísticas que las leyes de la fonética pueden aproximar  a la originaria CAUCA que sí se ubica en GALLAECIA, (Coea, Coeo, Coca). Con la salvedad importante de que la villa de COCA, Segovia, hoy 'lugar de nacimiento oficial' del Emperador, en aquellos años no se ubicaba en GALLAECIA, sino en la provincia de CARTAGINENSIS, según aparece en la división administrativa de Diocleciano,  y Gallaecia figuraba al norte del río Duero.

Ya en el siglo XX, la Real Academia de la Historia siendo preguntada por el entonces Presidente de la misma y embajador franquista en Londres, el Duque de Alba, sobre el lugar de nacimiento de Teodosio, dictaminó  por mayoría, no por unanimidad, "que la villa de COCA y no otra fue lugar  donde vio la luz el Emperador, debiendo atenernos al fallo de la docta corporación" proclamándose favorable, sin más, a la ecuación CAUCA igual a COCA, Segovia. Y dejando a un lado "los patriotismos de patria chica que hacen gallego al tercero de los grandes emperadores romanos nacidos en Hispania". En este contexto no debemos olvidar unas palabras pronunciadas por el Duque de Alba, (recordemos, entonces presidente de la RAH), con motivo de un homenaje a Teodosio: “Siempre tuve singular afecto a esta villa de Coca, con la que me unen lazos seculares por mi descendencia de aquellos Fonseca que fueron en siglos pasados sus Señores…”

Sin embargo el propio Emperador Teodosio “sí presumía” de su CAUCA gallaica considerándose mas gallaico que hispano o romano, regresando siempre que podía a su villa natal de donde era también oriunda su primera esposa y madre de sus dos hijos que heredaron el imperio a su muerte.

Y AHORA, ¿QUÉ?
Como ya estaba previsto, nuestro 'teatro imaginario y efímero' bajó el telón después de 20 días de excavaciones, y vimos con tristeza como se tapaba, se cerraba el lugar intentando borrar toda huella de nuestros antepasados, en contraposición a cierta alegría de otros por aquello de que  "con la cultura no se come, con el maíz sí”. Por tanto, solo nos queda agarrarnos a nuestras Administraciones Públicas, al Concello de Castro de Rei, a la Xunta, a Patrimonio Nacional. Sabemos que no es el mejor momento para gastar, para invertir en Cultura, ¡nunca es el mejor momento para invertir en cultura!, pero no debiéramos dejar que se apaguen definitivamente los rescoldos que aún quedan al albur de estas excavaciones en Coea. Quizás, nuestros hijos, nuestros nietos, la sociedad del futuro, no nos perdone no haber aprovechado esta oportunidad de seguir indagando en las entrañas de las tierras de este concello y de seguir sacando a la luz la historia de los que nos precedieron.
 

Comentarios