Medio centenar de vehículos del colectivo de transportistas del carbón iniciaron el martes el traslado a As Pontes de las 100.000 toneladas de mineral que llegaron estos días al puerto exterior de Ferrol para la inminente puesta en marcha de la central térmica pontesa, que previsiblemente arrancará este mes de noviembre ante el aumento del precio del gas y los posibles problemas de suministro.
Pero los transportistas, que llevan alimentando durante décadas la gran chimenea, retomaron el trabajo conscientes de que "esto es un espejismo, un parche para unos días". "El futuro de la central, por desgracia, es la chatarra. Y a día de hoy eso lo sabemos todos", valora el presidente del colectivo, Manuel Bouza, Cholo, que indica que sus previsiones son tener trabajo para aproximadamente mes y medio.
A las 100.000 toneladas de carbón que hay actualmente acumuladas en las instalaciones de Endesa en Caneliñas, que llegaron en sendos barcos desde Estados Unidos y Rusia, se sumarán previsiblemente en diciembre otras 80.000 toneladas más que viajarán en un tercer buque. A mayores, Endesa cuenta con otras 40.000 toneladas de mineral en el parque de carbón de la propia central térmica.
Los 50 camiones realizarán cinco viajes diarios cada uno, desde las 07.00 de la mañana, que empiezan a cargar en el puerto exterior de Ferrol, hasta las 14.00 horas, que acaban de descargar en el parque de carbones de Saa. Moverán alrededor de 4.000 toneladas diarias de carbón, que servirán para reactivar la central térmica.
Los vehículos hacían cinco viajes al día y se estima que tengan trabajo para aproximadamante el próximo mes y medio
COLECTIVO. De los 120 camiones que formaban el colectivo del carbón, actualmente quedan en activo entre 80 y 90. "Alguno vendió y los que desaparecieron o se fueron o son autónomos que se jubilaron, la mayoría", dice Cholo, que indica que, además, actualmente hay un par de empresas en concurso de acreedores. "Y de las empresas que tenían seis o siete coches en el carbón, mandan solo dos o tres para que aquí pueda trabajar todo el mundo que esté al día", dice el presidente de un colectivo que fue la primera pieza del dominó en notar los efectos del parón de la central y uno de los que más luchó para buscar un futuro para las instalaciones pontesas.
"Pero hay que dejar de pensar en el plan A y empezar a centrarnos en el plan B. El cierre sigue estando ahí y desgraciadamente ese es el futuro", dice Cholo, que habla de otras oportunidades para el sector de los transportistas como el desguace de la térmica o los portes de otros materiales desde la terminal portuaria de Ferrol.
"Endesa tiene prometido que nos priorizará en lo que venga al puerto –la eléctrica tiene concesión hasta 2036–, así como en el desguace de la central, que van a ser cuatro o cinco años de trabajo", dice el presidente del colectivo, que avanzó que ya están organizándose para ponerse al día y comprar nuevas bañeras para poder transportar hormigón y otros materiales.
