Es el futuro, pero cada vez está más cerca. De enero a agosto de este año, se matricularon en Galicia 65 coches eléctricos, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Ya hay varios en Terra Chá, pero algunos amplían la apuesta por las energías limpias y van más allá.
En Castro de Rei, en la parroquia de Santa Locaia, los responsables de la SAT Varela quieren conducir con contaminación cero. Por eso, decidieron aprovechar su instalación de placas solares para cargar su coche eléctrico, una práctica pionera que, aunque ya se realiza en entidades como Sotavento o el Inega, no es habitual entre particulares.
"El coche está cargado con energía solar, que es limpia. Es el primero que hay en Galicia a nivel particular", apunta Laura Aldariz, de Tecgal Energías, de Lugo, que incide en que, aunque cualquier coche eléctrico en sí no contamina, sí lo hacen las energías que abastecen una carga normal.
Con la mirada puesta en el futuro, enchufados a la sostenibilidad desde el rural, la explotación, con unas 300 cabezas de ganado, invirtió algo más de 40.000 euros para instalar placas solares, con una potencia de 30 kilowatios, que usan para abastecerse y para cargar su coche.
"Esperamos un ahorro del 60%. Estábamos gastando 12.000 euros al año en electricidad y esperamos reducir unos 7.000 euros con la energía solar", dice Gabriel Varela, que explica que las cifras son una garantía para el futuro. "Tuvimos ayudas por parte del Inega, un 70% a fondo perdido, pero aunque tuviésemos que afrontar toda la instalación compensa. Los plazos de amortización que barajábamos eran cinco años", apunta.
Ahora que los días son más cortos, los rayos del sol no son suficientes para abastecer el 100% de la granja y la carga del coche, por lo que la instalación se conecta sola a la red cuando lo necesita, pero "en los meses de verano esperamos cubrir todo con la energía que producimos". Su objetivo es la contaminación cero.
