Empanadas que conquistan

Hay negocios, como la panadería Muriato de Meira, que superan a la modernidad y se fortalecen con el tiempo. Tras ocho décadas amasando sabor tradicional, cientos de personas pasan por este negocio guiados por el boca a boca
Trabajos en el obrador de la panadería Muriato. TEÓFILO LÓPEZ
photo_camera Trabajos en el obrador de la panadería Muriato. TEÓFILO LÓPEZ

No tiene cartel.Tampoco página web. No está en las redes sociales, pero está en boca de muchos: en la teoría y en la práctica. La panadería Muriato de Meira es un negocio tradicional escondido en el centro de la Praza Maior. Para el cliente recién estrenado, aún sabiendo la dirección, resulta casi difícil encontrar el local. Pero el ir y venir de la gente en una peregrinación en busca del sabor de siempre la delata. Y ahí, enfrente de todas las miradas, pero en un segundo plano tras un largo pasillo, se ven los reflejos del pan recién hecho y grandes hileras de empanadas que, pese a no publicitarse, han llegado a conquistar numerosos paladares.

La panadería abrió sus puertas en 1933, las cerró "a cal y canto" durante la Guerra Civil y las volvió a abrir en el año 39 de la mano de José Tella y Antonia Sobrado, de la casa de Muriato, ese mote que nació en un lugar entre Irimia y Cabana y que pese a que nadie es capaz de descifrarlo ahora sigue tan vivo dando a conocer el negocio como hace ocho décadas.

"La panadería sigue hoy sin cartel pero todo el mundo la conoce como Muriato o algunos como la del callejón o el pasillo", dice Juan Sobrado, sobrino de la mujer que inició la saga de panaderos meiregos y uno de los responsables actuales del negocio junto a su hermana, Lourdes Sobrado, e Iván Fernández, que están al frente desde finales del año 2005. De 1985 a esa fecha fueron unos sobrinos del otro fundador, Tella, los que tomaron el relevo.

Panaderia Muriato. TEÓFILO

"Creo que nuestro secreto del éxito es fabricar algo muy artesanal y un producto muy distinto a lo que hay en el mercado. Aquí se hace todo a mano, pelar la manzana, picar la cebolla... Eso tiene unos sobrecostes y unos límites en la producción pero ahí está también la calidad", dice Juan, que habla de la importancia de tener un buen género para hacer un buen producto mientras explica que solo trabajan con un horno que es "el primitivo" de leña.

"Es tan antiguo y tan rudimentario que parece mentira que podamos producir lo que producimos", indica, mientras lanza algunas cifras como cien empanadas diarias de forma habitual o 370, el tope que se pueden permitir, en días de feria, sábados o puentes. Y 150 kilos de pan un día normal, que crecen a los 300 en los picos de ventas. "No podemos hacer más", dice, consciente de que podrían ampliar a riesgo, quizás, de perder encanto. "Me han quitado las ganas, por espacio y por edad", apunta. Y de la situación actual, no pueden quejarse.

Panaderia Muriato. TEÓFILO

¿De dónde llega la clientela? "Desde el mismísimo infierno", dice entre risas. Y habla de puntos que saltan por el mapa, de Madrid a Bilbao, de Sevilla a Zamora, de A Coruña a Pontevedra y de Lugo, "ni te cuento". "Es tan diverso", explica, y por un momento parece sorprenderse él mismo.

"Me sigue llamando la atención. Panaderías hay más que bares y capaces de fabricar muchísimo, pero es un producto industrial y volvemos a lo mismo, esto es artesanal", subraya, y habla de claves importantes como "estar pendiente de las cosas, ser puntual con los pedidos, ofrecer siempre el mismo producto, la misma calidad..." y del reto que es "mantenerse, siempre lo más difícil". El relevo, en principio en su sobrino, parece que existe.

Más demanda que oferta
La producción en la panadería Muriato, como en muchos otros negocios artesanales, es limitada. Quizás eso hace que la demanda siempre sea mayor.
Horarios
Solo cierra los domingos sin feria y los festivos entre semana.
Personal
Cuenta con cinco asalariados y los tres «de la casa», los hermanos Sobrado e Iván Fernández.
Ventas
Las empanadas, al contrario que en muchas panaderías, se comercializan aquí por tamaños y no por peso. Hay seis, desde las seis raciones a las 24, cogiendo la base para medir algo similar a una tostada de pan de molde por ración. "Nadie dice que sean caras o baratas", precisan.
Tipos
Hay muchas empanadas: atún, ternera con panceta, bacalao con zamburiñas, pollo, que "empezó como un chiste y ahora es casi obligatoria", o su gran éxito, la de manzana. "La mayoría llegan diciendo que escucharon hablar de ellas y se dejan aconsejar, pero otros vienen a piñón fijo", indican.
36.000 kilos
Son las manzanas que pasaron por el obrador de la panadería el año pasado, donde se pelaron y cortaron una a una. "La empanada de manzana es un fenómeno social", dicen, mientras aseguran que hay días con mucha demanda que solo permiten comprar una por persona.

 

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