El salón de plenos del consistorio de Vilalba albergó en la tarde del lunes una sesión ordinaria corta pero intensa, en la que, como cierre, la alcaldesa, la socialista Elba Veleiro, presentó de urgencia, y ante la sorpresa de todos menos de sus compañeros de partido, su dimisión como regidora y la renuncia a su acta como concejala.
Y lo hace tras más de 16 años de trayectoria política y cuando estaba prácticamente empezando su segundo mandato, tras convertirse en la primera mujer alcaldesa y la primera socialista de la democracia en hacerse con el bastón de mando en la capital chairega en 2019, un momento que confesó llevará consigo "sempre".
"A decisión, que tomo desde a reflexión con serenidade e tranquilidade, é debida a motivos estritamente persoais. Quero solicitar a miña reincorporación como facultativa", afirmó Veleiro en su discurso de despedida, en el que acabó muy emocionada y dando las gracias a trabajadores municipales, miembros de las corporaciones con los que coincidió y compañeros de partido.
"Satisfeita e orgullosa" del trabajo realizado y "afortunada" por ser alcaldesa de Vilalba, destacó que su verdadera vocación es la medicina, una profesión que ejerció durante 43 años, hasta el 2019. "Sempre pensei que me gustaría xubilarme na miña profesión, e máis nun momento no que a sanidade precisa de máis profesionais. A miña prioridade sempre foi servir ás persoas e creo que agora, nun momento no que se achega a miña xubilación, onde mellor podo continuar ese servizo público é no ambulatorio de Vilalba", afirmó.
Este fue uno de los tres motivos por los que pone fin a su trayectoria política. Otro de ellos es que, tras más de 16 años en este ámbito, considera que "o propósito de facer realidade un goberno progresista nesta vila" que le fue encargado "está cumprido".
Por último, se mostró "convencida" de que deja un "equipo forte, con experiencia de xestión e cun proxecto para Vilalba definido". "É o momento, pois, de dar o relevo", concluyó en su argumento.
Sucesión
La ya exregidora de Vilalba afirmó que se presentó a las elecciones del pasado 28 de mayo "por compromiso e responsabilidade" y que estos la llevaron a "asumir os resultados en primeira persoa e cumplir co mandato dos vilalbeses: formar un goberno de progreso e traballar polo entendemento entre as forzas da esquerda para seguir avanzando". Así, y pese a perder tres de los ocho concejales que tenía, el PSOE mantuvo la alcaldía gracias a un pacto de gobierno con Vilalba Aberta y sus tres ediles —un acuerdo que también hubo en el anterior mandato y se rompió a los once meses—.
Precisamente el portavoz de VA, vicealcalde y primer teniente de alcaldesa, Modesto Renda, asumirá la alcaldía en funciones hasta que se nombre a la persona que sustituya a Elba Veleiro.
Para ello, hay un plazo de un máximo de diez días hábiles para convocar un pleno extraordinario para realizar una nueva investidura. Los candidatos serán los cabeza de lista de cada fuerza política: Álvaro Fraga en el PP, tras la dimisión de Sandra Vázquez para ser secretaria xeral de Igualdade; Marta Rouco en el PSOE, número dos en la candidatura electoral; Modesto Renda por VA y Constantino Alvite por el BNG.
Una de las primeras reacciones públicas a la decisión de Veleiro fue de José Tomé, secretario xeral del PSdeG en Lugo, que quiso "poñer en valor" que ella consiguió para el PSOE la alcaldía de Vilalba y "conseguiu renovala neste 2023, o que demostra a súa valía como xestora".
"Respectamos a súa decisión de incorporarse á súa profesión na sanidade pública antes de xubilarse e terminar alí a súa traxectoria laboral", añadió Tomé.
Ausencia
Si la renuncia de Elba Veleiro el lunes en el pleno fue sorpresiva, no lo fue menos el devenir de la sesión desde el principio. En el primer asunto del orden del día, los ocho ediles del PP decidieron abandonar el salón como protesta por la reconversión de dos de sus mociones a ruegos. Los populares ya se marcharon hace un año de otro pleno por el mismo motivo, junto a Vilalba Aberta.