Justicia para Desi

A través de un escrito enviado a El Progreso, el padre de Desirée Leal, fallecida en mayo de 2019 presuntamente a manos de su madre en Muimenta, pide a la jueza encargada del caso que atienda las peticiones de la acusación y defiende que "la mínima condena debería ser la de prisión permanente revisable"

José Manuel Leal junto a Desirée. EP
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"Había indicios más que suficientes que indicaban que había sido una muerte violenta nada más ver cómo se encontraba el cuerpo de mi princesita Desirée, con sangre en las uñas (intentar defenderse), la boquita desecha, sangre en los brazos claramente con indicios de haber querido limpiársela por completo... Solo con ver las fotos de mi niña, a las cuales tuve acceso semanas más tarde, no se necesita ser ningún forense para tener clarísimo que se trató de una muerte muy violenta y con muchísimo sufrimiento para mi niña, mi princesita Desirée. 

Incluso los profesionales del 061 que acudieron al lugar, como consta en sus declaraciones, dijeron que mi niña había sido limpiada. Intentaron reanimarla con todo su esfuerzo aunque ya tenía las extremidades muy frías y ya la daban por muerta; muchísimas gracias. Quien llamó al 061, sin embargo, dijo que había una "niña muerta", ya lo tenían claro quienes estaban en la casa del terror. 

¿Por qué no se practica un registro completo del domicilio y alrededores del lugar y solo de la habitación donde yacía muerta mi niña hasta donde yo tengo conocimiento? También había restos de sangre en un tenis y un calcetín. ¿Como llegó la sangre ahí, dormía con ellos? El otro par no estaba en la habitación, no se encontró, ¿o no se buscó? 

¿Por qué no se precinta el domicilio y se entregan sus llaves al hermano mayor de la abuela materna (la cual parece ser que no oye bien porque mi niña tuvo que gritar mucho)? Al día siguiente de los hechos, por la tarde en el tanatorio, la Guardia Civil exige a la abuela que acuda al domicilio porque en las fotos tomadas observan manchas de un líquido en la pared situada en la parte superior de la cama donde mi niña fue asesinada para tomar muestras. En ese momento encuentran la parte superior del pijama de mi niña Desirée escondido entre el colchón y el somier de la cama. 

¿Por qué no se realizó una reconstrucción de los hechos para intentar saber quién o quiénes limpiaron en parte el cuerpo de mi niña con la intención de ocultar todo lo posible del brutal asesinato? Reivindico que la jueza que lleva el caso atienda esta y las otras peticiones de la acusación particular y popular. Y que la mínima condena debería ser la de prisión permanente revisable. 

La sociedad y los políticos no deberían pensar que asesin@s y violadores son reinsertables, sino que deberían castigarlos con la prisión permanente revisable, que es la máxima condena que consta en nuestro código penal. A mi modo de pensar, obsoleto, sobre todo cuando aún hay gente que sigue pensando en la cárcel como un medio de reinserción y no de castigo. Con delitos de sangre/violaciones, yo particularmente le sumaría la cadena perpetua. 

La sociedad y los políticos no deberían pensar que asesin@s y violadores son reinsertables, sino que deberían castigarlos con la prisión permanente revisable

Ojalá algún día se incorpore al código penal, aunque aún así no castigaría lo suficiente el brutal asesinato de mi princesita Desirée y de otros muchos casos que terminan con la vida de otra persona y con la de sus seres queridos. Esta clase de monstruos no pueden volver en su vida a relacionarse con el resto de la sociedad civilizada. ¿Al igual que, por ejemplo, se castiga con sanciones cada vez más duras todo lo referente a la seguridad vial, por qué no se imponen condenas más duras reformando el código penal para delitos dolosos? 

A mi niña le arrebataron brutalmente la vida, con muchísimo sufrimiento para ella y a manos "presuntamente" de ese monstruo de madre, porque solo un monstruo puede hacer eso, asfixiándola, según los forenses, por las vías respiratorias y por oprimir su pequeñita garganta, destrozándole la boquita, se supone que obligándola a tomar alguna medicación por una botella o incluso con el calcetín o el tenis que no apareció o los que estaban en la habitación. Se ve que el veneno buscado unos días antes, la estricnina que apareció en su teléfono móvil no lo consiguió. 

Lo que sí consiguió fue el arrebatar tres vidas, la de mi princesita Desirée, la que le quedaba por vivir con solo siete añitos y la mía, una muerte en vida y el dolor para mi familia. Me gustaría que la gente tuviese más empatía, desde lo sucedido me hice donante de órganos. Hay una película, Cadena de favores, la cual recomiendo a quien no la haya visto, porque en cierto modo me recuerda siempre a mi princesita Desirée, una niña llena de vida, alegría, a la que le encantaban los animales, muy cariñosa y siempre queriendo hacer el bien para todos. 

Recuerdo que me decía: "Papá, tiña que estar catro días con mamá e catro contigo, así era igual", como si siempre tuviese en cuenta mi forma de pensar, cuando en realidad era yo el que aprendía muchas cosas de ella, como ser mejor persona. Las últimas palabras esa misma noche cuando la llamé, entre otras cosas, fueron: "Millones de millones de besitos y abrazos, hasta mañana papá". 

Muchas gracias a todos."