Más de una década de problemas en un inmueble de As Pontes: "Este edificio é unha ruína"

El último ha sido una avería por la que llevan 15 días sin agua caliente ni calefacción
                      Un vecino señala hasta dónde llegó el nivel de agua en la sala de las calderas. A la derecha, la mujer que reside en el cuarto con su hija de 4 años y se desplaza en silla de ruedas.
photo_camera Un vecino señala hasta dónde llegó el nivel en la sala de las calderas. M.M.

Plaquetas levantadas, ascensores inhabilitados, puertas rotas y un sinfín de desperfectos en zócalos, paredes y suelos a consecuencia de una inundación tras otra. Son las condiciones en las que se encuentra un edificio propiedad del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), ubicado en la Rúa Sergio Rivera Chao de As Pontes, y en el que residen una veintena de vecinos, que se quejan de acumular problemas durante más de una década. El último ha sido una avería en las calderas por la que llevan 15 días sin agua caliente ni calefacción.

"É unha ruína, houbo sempre problemas, non se fixeron reparacións e non houbo un mantemento do edificio", resume uno de sus moradores, que asegura que han puesto en conocimiento del IGVS esta situación en múltiples ocasiones, sin que se hayan tomado medidas.

Ahora a consecuencia del último temporal de lluvia se desbordó el cauce del río y el agua acabó inundando el sótano y el garaje, donde tuvieron que intervenir los bomberos y Protección Civil. Pero no es novedad. "É algo que ocurre varias veces cada inverno", asegura este vecino, aunque reconoce que esta "foi das peores". Una opinión compartida con el resto de afectados, que dan detalles del origen del problema.

"Las bombas de achique se paran porque no pueden asumir tanta agua. La tubería que hay instalada tiene un diámetro de cinco cuando debería tenerlo de 16 para arriba. Es un defecto de fabricación y requiere de una obra", cuenta otro hombre, cuya madre reside en el primer piso. Su coche quedó dentro del garaje rodeado de agua, y donde el nivel superó el medio metro de altura y llegó hasta la zona de las calderas.

Estas se vieron afectadas dejando sin servicio a todo el edificio, donde también se encuentra, en la planta baja, un centro de día del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar.

"Por lo que dicen los técnicos las calderas deberían estar ubicadas a un metro de altura, así que aquí también hay defecto de fabricación. Como tantos otros...", afirman indignados los vecinos, que piden una solución "a corto plazo" mientras no se repara la avería, algo que creen que se podría prolongar "bastante tiempo".

La mujer que residen en el cuarto con su hija de cuatro años. M.M.
La mujer que residen en el cuarto con su hija de cuatro años. M.M.

Así, trasladan la opción de instalar un grupo electrógeno para dar servicio de manera temporal –además tienen previsto reclamar las facturas de luz que se emitan durante el periodo que no tengan calefacción– o bien que los vecinos puedan acudir a las instalaciones de la piscina municipal, que está a unos pocos metros de distancia, a ducharse.

Una vecina del cuarto, que utiliza silla de ruedas, se queda "encerrada" con su hija cada vez que están inutilizados los ascensores

Esta es la solución que ha encontrado una de las vecinas veteranas. "Como voy al gimnasio ya aprovecho y me ducho y a mi padre le hiervo agua para asearlo", cuenta la mujer, que pone "unos 15 minutos un calefactor antes de dormir para caldear el piso" y no pasar frío durante la noche.

"Cada uno se las ingenia como puede. La gran mayoría tiene familia en el pueblo y puede desplazarse a otros domicilios para asearse, pero hay gente que no", explican, señalando hacia el cuarto piso donde vive una mujer que, a todos estos inconvenientes, suma las barreras que se encuentra cada vez que el edificio se inunda y se queda sin ascensor. Esta última vez fueron tres días.

Sin libertad

La joven, que tiene una discapacidad del 76% y se desplaza en silla de ruedas, vive con su hija de cuatro años en este edificio desde hace tres. "Hemos estado semanas enteras sin poder salir de casa, encerradas. Me pongo muy nerviosa y me agobio, es como si me estuvieran quitando mi libertad", cuenta, indicando que ya puso en conocimiento de la Xunta esta situación, pero no ha recibido respuesta.

"Me preocupa, me quedan cuatro años de contrato. Mi hija es pequeña, pero qué va a pasar cuando no la pueda llevar al colegio porque no funciona el ascensor", se pregunta desesperada.

Un sentimiento que también se traslada al resto de vecinos, que ven como poco a poco el deterioro del inmueble es mayor. "Como non se poña solución acabará víndose abaixo", pronostican.

Un total de 32 pisos en alquiler

Este edificio propiedad de la Xunta de Galicia cuenta con 24 viviendas de un dormitorio, con una superficie de 43 metros cuadrados, y otras ocho de dos dormitorios, de 54 metros cuadrados. Los pisos de promoción pública se conceden en régimen de alquiler a menores de 35 años y mayores de 60, y el coste de la mensualidad se estipula en función de la renta de cada inquilino.

SOLUCIÓN. El IGVS reconoció hace ya unos días que estaba "a traballar para devolver o servizo o antes posible" en el inmueble. "A inundación causou danos na caldeira que obrigan a cambiar pezas. A orde de reparación xa se cursou e levaranse a cabo en canto estea dispoñible o material necesario", indicaron, ahondando en que desconocían la causa de la inundación. "Se se produciu pola auga procedente da rúa, como aconteceu hai uns anos, a situación poñerase en coñecemento do Concello para que adopte as medidas oportunas", indicaron.

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