El Concello de Guitiriz estrena en esta primera quincena de agosto su primer campo de trabajo, en el que una docena de voluntarios internacionales realizarán labores culturales y medioambientales, colaborando en el Festival de Pardiñas y en la Romaría Labrega da Chaira de Os Vilares, entre otras actividades.
"Es un placer que estéis aquí, tenemos que agradeceros que hayáis decidido venir a aportar vuestro granito de arena y esperamos que vuestra estancia sea provechosa y exitosa", afirmó la directora Xeral de Xuventude, Participación e Voluntariado, Cecilia Vázquez, en la recepción a los participantes, a la que asistieron la subdirectora del departamento, Yolanda Otero; la jefa de servicio en Lugo, María Grandío, y la alcadesa de Guitiriz, Regina Polín.
La regidora agradeció la implicación de la Xunta para hacer posible esta "experiencia piloto" y ofreció a los jóvenes, a los que animó a dejar su "impronta aquí", nociones sobre un municipio con 5.500 habitantes, 310 núcleos y cerca de 300 kilómetros cuadrados, cuyos principales recursos son el agua, el granito, la ganadería, la torta de millo o la baja contaminación lumínica.
Esta es una región maravillosa, más verde y con una cultura local muy rica, que se puede comparar con Bretaña
Los voluntarios tienen de 19 a 26 años y proceden de diversos puntos de España, así como de Francia, Italia, Ucrania y México. Para la mayoría, este es su primer campo de trabajo, en el que se apuntaron "porque quería hacer voluntariado este verano, vi este, me gustó y me apunté", como Sara, de Extremadura. A Javier, un scout madrileño, que quería "hacer una actividad distinta", le llamó la atención "lo de los festivales", mientras que a su tocayo mexicano le interesaba "conocer una cultura diferente".
La primera impresión es buena, como confirman Marianna y Geraldine, de Italia, interesadas por la cultura local y sorprendidas por la naturaleza y el frío. "Esta es una región maravillosa, más verde y con una cultura local muy rica, que se puede comparar con Bretaña", apunta el francés Enmanuel, uno de los veteranos. Su primer campo fue "un choque", y ahora repite desde un punto de vista más análitico esperando aprovechar la experiencia en su trabajo. Otra veterana es la alicantina Gisela, que tras dos campos medioambientales, "quería seguir pero cambiar, y como este tenía la dos cosas, me llamó la atención".
En los próximos días y coordinados por tres monitores, los voluntarios, que pernoctan en el CMT de Santa Cruz de Parga, buscarán crear sinergias con la población y harán tareas como retirar especies invasoras o concienciar sobre el reciclaje selectivo. Además, disfrutarán de rutas de senderismo o visitas a la Serra da Capelada, A Coruña, Santiago o distintos puntos de Lugo, como Viladonga.
La Xunta impulsa este verano 28 campos de trabajo en Galicia. Lugo acoge siete: en Ferreira de Pantón y A Pobra do Brollón están en marcha, en Quiroga y Folgoso do Courel fueron en julio y en Portomarín y Xermade serán en la segunda quincena. Los voluntarios gallegos disponen de 925 plazas en 27 países y los campos gallegos acogen a 598 personas de fuera de Galicia.
