La desescalada también llega al mundo militar y tras el parón del estado de alarma el Campamento de Maniobras y Tiro (CMT) de Santa Cruz de Parga vuelve de forma progresiva a su actividad con una compañía de la Brilat del Batallón Zamora. Unos 70 efectivos de la base pontevedresa de Figueirido —de la que dependen unas 2.200 personas entre civiles y militares— fueron los primeros en llegar este lunes a las instalaciones guitiricenses, que a lo largo de las próximas tres semanas recibirán a más de 200 militares.
“Se han reducido las maniobras pero tenemos que seguir instruyendo a nuestro personal para operaciones futuras, aunque con maniobras de entidad más reducida por el momento”, explican desde la Brilat, al tiempo que recuerdan que Parga es su campamento “de referencia” y que las compañías que pasarán estos días por las instalaciones guitiricenses son las que están implicadas en la VJTF, una fuerza conjunta de muy alta disponibilidad de la OTAN.
La Brilat aporta a esta fuerza multinacional un batallón de infantería, una unidad de artillería y una de zapadores. Y son los primeros que durante estas semanas realizarán maniobras, principalmente ejercicios de batallón, en Santa Cruz de Parga.
“Venimos del periodo de la Operación Balmis —se inició en el mes de marzo para la lucha contra el coronavirus y para evitar la expansión de la pandemia—, en el que la Brilat realizó tareas de apoyo a la Guardia Civil en la frontera entre Galicia y Portugal —ya se retiraron—, misiones de presencia y control en diversas localidades y labores de desinfección y descontaminación, que aún seguimos en ello”, explican desde la Brilat, al tiempo que indican que mientras esas funciones tienen cada vez menos peso en su día a día por la evolución de la crisis sanitaria, más se va retomando la normalidad de sus tareas. Y por eso se reiniciaron ya las maniobras.
Cambia muchísimo para todo, desde para la alimentación, a la forma de organizarse para dormir, para asistir a las teóricas o para hacer un asalto”
“Como ya se ha reducido el nivel de participación en la Operación Balmis —justo este miércoles varios efectivos estuvieron desplegados en tareas de desinfección en diferentes localizaciones de la provincia de Lugo— eso nos ha permitido hacer instrucción a mediana escala”, confirman desde la Brilat, que espera continuar las maniobras en el segundo semestre del año en Zaragoza.
NUEVAS NORMAS. Pese a que se han retomado las maniobras, el día a día en el campamento militar de Santa Cruz de Parga es muy diferente para los efectivos de la Brilat que antes del estado de alarma. “Cambia muchísimo para todo, desde para la alimentación, a la forma de organizarse para dormir, para asistir a las teóricas o para hacer un asalto”, explican desde la Brilat, al tiempo que indican que se siguen los protocolos de distancias estipulados por Sanidad, se realizan desinfecciones continuas y se promueve el uso de mascarillas y otros métodos de protección.
Base de la Ume durante la crisis sanitaria. Antes de la llegada de la Brilat, no pasó ninguna compañía ni ninguna unidad militar por el campamento para realizar maniobras. Sin embargo, las instalaciones guitiricenses sirvieron de base para alojar al personal de la Ume que se desplegó en la provincia de Lugo para realizar tareas de desinfección.
La plantilla del CMT, que depende del mando de Adiestramiento y Doctrina de la Dirección de Enseñanza, a través de las jefaturas de Apoyo a la Preparación Norte, está formada actualmente por un total de 18 personas.