Los atrasos en los pagos de las nóminas a los trabajadores de Ingemarga, histórica firma de granito de Guitiriz, llevó este miércoles al presidente del comité de empresa, Carlos Antonio López Mazorra, a plantarse delante de las instalaciones con el objetivo de pasar allí el día para visibilizar los problemas económicos que afronta la plantilla. Pero su protesta duró menos de lo que él mismo esperaba y dos horas después de iniciarla —llegó a la entrada de la fábrica alrededor de las 11.00 horas— fue desalojado por la Guardia Civil.
“Estaba yo solo, sin meterme con nadie, pero el director general llamó a la Guardia Civil. Mi idea era quedarme todo el día, por mí y por mis compañeros, porque estamos en un momento en el que no pueden hacer concentraciones, ni siquiera asambleas”, dice el presidente del comité de empresa, que critica que llevan mucho tiempo “con retraso en el pago de las nóminas”, que llegan desde 2012, dice, “tarde y totalmente a cuentagotas”.
“Cobramos una parte de la de marzo, pero nos falta la otra parte, nos deben la nómina entera del mes de abril y una paga extraordinaria”, indica Mazorra, que cifra en unos 2.700 euros lo que la empresa le debe a cada trabajador. “Y aparte hay unas deudas concursales y preconcursales que la empresa estaba obligada a pagar”, señala, y habla de otros 60.000 euros aproximadamente en total.
En la actualidad, en la planta de Guitiriz hay 114 trabajadores, 128 en total en la empresa, repartidos por otros puntos de España.
La planta guitiricense, que solo dejó de producir entre el 30 de marzo y el 9 de abril dentro del estado de alarma, presentó un Erte de fuerza mayor por la crisis sanitaria
La granitera de Guitiriz lleva años de dificultades y llegó a entrar en concurso de acreedores en el año 2018 tras una declaración de insolvencia. “El administrador concursal dejó las cuentas totalmente saneadas e Ingemarga recibió más de dos millones del Igape y de otras administraciones y ya vuelve a haber problemas económicos, no tiene sentido”, denuncia el presidente del comité de empresa.
La planta guitiricense, que solo dejó de producir entre el 30 de marzo y el 9 de abril dentro del estado de alarma, presentó un Erte de fuerza mayor por la crisis sanitaria. “Nos dijeron que iba a ser para el 100% de la plantilla pero, cuando empezaron a repartir las cartas, nuestra sorpresa fue que solo era para un 35% de los trabajadores”, indica Mazorra, que explica que la empresa ya les adelantó que iba a proponer otro Erte por causas económicas una vez finalice el actual. “Ese Erte va sin acuerdo con el comité de empresa”, resalta.
