Delicias con sabor holandés

Mitch Meijer devolvió a la vida Rebardille, una pequeña aldea de la parroquia pontesa de A Faeira. Allí se instaló con su mujer y sus dos hijas y montó, con mucho trabajo y esfuerzo, un proyecto en el que apuesta por la ganadería regenerativa y la agricultura ecológica.
Mitch Meijer, con el quad que utiliza para desplazarse en su granja. MARTA MANCEBO
photo_camera Mitch Meijer, con el quad que utiliza para desplazarse en su granja. MARTA MANCEBO

Se instaló con su mujer y sus dos hijas en una pequeña aldea de la parroquia de A Faeira, que durante años estuvo abandonada. De la nada, y a base de mucho esfuerzo y trabajo, ya son muy pocos los vecinos de As Pontes que no conocen las Delicias de Rebardille, el producto final de la granja del holandés Mitch Meijer, que apuesta por la ganadería regenerativa y la agricultura ecológica.

Gracias a su proyecto, que empezó a dar los primeros pasos hace unos cuatro años, campan a sus anchas por los verdes prados de este idílico lugar once vacas cachenas, un toro y algún ternero de esta raza autóctona. "Me gustan las que son de cada sitio y no se importan de fuera, tienen mejor adaptación", explica el ganadero, quien también cuenta con un centenar de "galiñas de Mos".

A estos animales se suman 15 colmenas que le permiten producir también miel que después vende en el mercado semanal de As Pontes y en las ferias quincenales, a donde acude además con huevos y algunas hortalizas que va cosechando.

"Al principio las ventas empezaron por la red de amigos y vecinos y luego se fue ampliando con el boca a boca", explica Mitch, quien a base de fijarse bien en las preferencias de sus clientes, ha ido haciéndose cada vez más conocido en ese mercado de proximidad. "Los contactos para la venta de carne también los hago allí", añade.

MITCH MEIJER. MARTA MANCEBO

Y para que sus productos se conviertan en auténticas delicias, el holandés de Rebardille tiene claro que lo fundamental es cuidar y proteger con sumo mimo la tierra. Así, para ofrecer pasto fresco constante a sus vacas y que el suelo no se vea empobrecido, Mitch sigue un sistema de rotación de fincas.

"Tengo las vacas dos días en cada una de ellas, como mucho tres, y después las cambio. Pasa un mes hasta que vuelven a esa finca, llevo un año con este sistema y se nota mucha mejoría en el suelo y también nos ahorramos unos 200 o 300 euros al año en "rolos" de silo", explica el holandés, que dispone de seis hectáreas de terreno para ir moviendo a los animales.

En cuanto a la agricultura, Mitch también está tratando de introducir diferentes sistemas de cultivo en unos 2.000 metros cuadrados de terreno. Un constante "prueba y error" en busca de la opción que resulte "más rentable y equilibrada".

Hace pocas semanas instaló en una zona del huerto bancales biointensivos, en otra tiene la tierra cubierta por telas antihierba, y está pensando en hacer su propio compost e ideando la construcción de un invernadero móvil con ruedas que le permita ir cambiándolo de lugar en función de las necesidades de cada momento.

Mitch acude con sus Delicias de Rebardille a las ferias quincenales y al mercado semanal que se celebran en As Pontes

"En Canadá, América o Francia son sistemas que están más extendidos", explica Mitch, que además, para sorpresa de muchos, en vez de con un tractor, por sus fincas se desplaza con un quad.

"Trabajamos sobre todo manualmente, al principio sí que tuvimos que meter maquinaria, pero ahora con el quad me puedo mover y puedo enganchar un arado o lo que haga falta", explica con una enorme sonrisa, avanzando que su idea, en un futuro, es "dar formación, compartir conocimiento", además de seguir llenando los platos de sus vecinos de esas delicias que salen de las tierras de Rebardille.

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