La crecida del Ladra y el Parga causó incidencias en Begonte y Guitiriz

Un padre y su hija tuvieron que ser rescatados al quedarse varados con su coche en una pista ► La Casa Niño begontesa cerró al rodearla el agua y su responsable se marchó con su familia
Casa Niño de Begonte. C.P.
photo_camera Casa Niño de Begonte. C.P.

La crecida de los ríos Ladra y Parga, de la que alertaba la Dirección Xeral de Emerxencias para la jornada del viernes, provocó diversas incidencias en Guitiriz, donde un padre y su hija tuvieron que ser rescatados al quedarse varados con su coche en una pista, y Begonte, donde la Casa Niño tuvo que cerrar al quedar rodeada por el agua.

"Pasaba a auga por riba da estrada, pero era de noite e non se vía a profundidade. Como xa pasara por alí máis veces, metínme, pero a auga foi indo a máis e ao apagarse o coche, chamei ao 112", contaba el guitiricense que se quedó atrapado en una pista en Parga y Mariz, a la altura de Montemeá, en torno a las 7.00 horas de este viernes.

El lugar donde varó el coche en Guitiriz. C.P."Grazas á Garda Civil, que nos axudou a saír", explicó, precisando que al ver que el agua entraba en el turismo, su hija y él se subieron a los asientos mientras esperaban. "Polo menos chegaba aos 70 centímetros", dijo. Los bomberos de Vilalba retiraron el coche con un cabestrante y después se lo llevó la grúa, al haberse dañado el motor. En ese momento la vía no estaba señalizada ni cortada, lo que procedió a hacerse después.

También en Parga el agua alcanzó algún sótano y anegó la carballeira y el CIT, La responsable del bar calcula que el agua se acercó al metro y medio, superando las barreras protectoras del local. "Deixamos selado, pero non valeu de nada porque a auga chegou ás ventás", precisó Sandra López, a quien le tocó tarde de limpieza. Por suerte, no hubo graves desperfectos, aunque sí muchos vasos rotos y barro acumulado.

En Begonte, una gran balsa de agua obligó una vez más a cortar la carretera de Baamonde a Bóveda y a los vecinos a dar un gran rodeo. "Vivo a 800 metros de Baamonde, pero fixen dez quilómetros para vir traballar", decía una afectada, mientras que otra vecina avisaba en la Casa Niño Avelaiña de Begonte de que no podía llevar a su bebé por esta incidencia. Poco después, la propia responsable de este servicio, localizado en las inmediaciones del club fluvial de Begonte, decidía desalojar el edificio ante la rápida crecida del Ladra.

"Abrín ás oito e daquela víase que estaba desbordando o río, polo que xa o falei cun pai cando trouxo a nena", explicaba más tarde Alba Ouro, que vive en el inmueble. Apenas una hora después ya avisó y a las 11.00 ella misma y sus dos hijos también dejaron la vivienda: "Avisei ao meu home para que viñese, e xa tivemos problemas para sacar o coche do garaxe".

"Levo aí tres anos e nunca me pasara, pero desta vez subía moi rápido", dijo Alba, que se marchó a casa de su madre, confiada en volver a la normalidad cuanto antes y retomar el lunes el cuidado de los cinco niños que atiende.

DESPRENDIMIENTOS. Por otro lado, los pasajeros del tren hotel número 00781 que cubría la ruta Madrid-Ferrol, con salida de Chamartín, tuvieron que ser trasladados por carretera después de que el convoy arrollara varias piedras que obstaculizaban la vía a la altura de Oural, en Sarria.

El incidente se produjo en las inmediaciones del túnel, poco antes de las 7.00, y llevó a que la vía estuviera cortada sobre una hora y media. A causa del golpe, el tren sufrió diversos desperfectos -inutilizó la maquinaria y se rompieron la luna y las luces delanteras- y sus 25 pasajeros tuvieron que continuar la marcha en autobús hacia sus destinos:Sarria, Lugo, A Coruña y Ferrol.

Probablemente las lluvias de los últimos días causaron este desprendimiento, que no afectó a otros convoyes, según informaron desde Renfe. El tráfico ferroviario se restableció a las 8.30 horas.

También hubo problemas por este motivo en Baralla, donde un desprendimiento de tierra obligó a interrumpir la circulación de vehículos en la LU-710, entre los puntos kilométricos 0 y 1,5. Además, en Becerreá hubo incidencias a causa del temporal en la N-VI y en la vía a Navia, y en Vilalba se cortaron tres carreteras.

El 112 registró cerca de 190 percances debido al fenómeno meteorológico adverso de nivel naranja por lluvias que se iniciaban el jueves, 24 de ellas en Lugo. La caída de árboles y ramas, las bolsas de agua y los restos de tierra y piedras en las carreteras fueron los incidentes más habituales.

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