"Para mí el coronavirus ha sido un paseo, pero te sientes inquieto y solo"

El pontés Jacobo Docanto sigue aislado 20 días después de confirmarse su enfermedad. Dio negativo el 27 y le recomiendan más confinamiento. Él lo asume, pero critica la falta de control

Fue el primer positivo en coronavirus en As Pontes —el único que trascendió— y uno de los primeros del área sanitaria de Ferrol. Y 20 días después, y con un primer negativo confirmado, sigue aislado en casa de sus padres sin contacto con nadie. El pontés Jacobo Docanto, de 45 años, afronta su confinamiento con humor, pero, al igual que su familia, critica la falta de control y seguimiento en un proceso en el que se han sentido solos.

Jacobo Docanto. EP - copia“El martes 12 a las 16.00 horas empecé a tener síntomas y ya llamé a los médicos, por mis padres y los clientes —tiene un negocio de librería y estanco que reabrió este lunes tras los negativos de él y su familia— y ese día ya no bajé a la tienda. Al principio no le dieron importancia, pero me volvió a subir la fiebre y los volví a llamar, explicándoles que había estado el fin de semana en Madrid en una gala con gente entre la que hubo positivos y que tenía todas las papeletas”, rememora.

Antes de que el personal del 061 se trasladara a casa de sus padres y accedieran vestidos “como astronautas”, dice su madre, cerraron la tienda con un cartel que anunciaba un posible coronavirus, que despertó todas las alarmas pero dejó clara su responsabilidad.

“Me hicieron la prueba y al día siguiente me dieron los resultados”, dice, y habla de una enfermedad que en su caso, y por suerte, fue “un paseo”, aunque reconoce que se sintió “inquieto y solo”. “Yo estaba perfecto, comí y de repente me sentí mareado. Me subió la fiebre hasta 38,9 y empecé a tener algo de dolor en el pecho, creo que era ansiedad. Estuve mal dos días, después me encontraba bien, pero los primeros días estaba preocupado porque no sabes lo que puede pasar y estás muy solo”, dice mientras critica que no tuvo ningún control.

“Es una cosa tan nueva que hasta los médicos estaban perdidos”, dice, y habla del principio de días que “fueron complicados”. “Después te vas habituando, ves que mejoras”, dice. “Hay un descontrol total, en teoría te tendrían que hacer seguimiento y llamarte todos los días. Y en la primera semana y media, nada”, dice.

Ahora ya recibe alguna llamada del centro de salud o del Arquitecto Marcide. “Pero sigue siendo caótico, están desbordados”, apunta. Más de 20 días después y tras dar negativo en un primer test, este viernes todavía no sabe muy bien qué tiene que hacer. “Unos te recomiendan seguir un par de semanas de confinamiento total, otros una semana. Lo óptimo sería que me hicieran un segundo test, pero no los están haciendo”, dice.

El negocio familiar, que cerró ante las primeras sospechas, reabrió este lunes tras las pruebas que confirman que no hay peligro

“Si me dicen que hay peligro yo no voy a Madrid el fin de semana, ni me acerco, pero si me dicen cancha libre, me confío”, critica, y asegura que las dudas son muchas: “En principio te dicen que quedas inmunizado pero tampoco se sabe”.

LARGO CONFINAMIENTO. En casa de sus padres dispone de una habitación con baño y una pequeña terraza para él. “Así puedo respirar un poco”, dice, mientras explica que para desconectar, sobre todo, lee y ve documentales y películas en la televisión para evadirse. “Al principio veía mucho las noticias pero después intentas desconectar porque nos bombardean”, dice, al tiempo que reconoce que durante muchos días se levantó pensado que todo había sido un sueño. “Esto es brutal, es como una película”, añade.

A la soledad y la impotencia de estos días —le dejan la comida pero no tiene contacto con su familia— suma otra preocupación: su mujer y su hijo de tres años viven en Oleiros y están solos. “El no verlos sí que me cuesta, intentas tirar de teléfono”, dice.

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