Condenado un jugador del Alfoz a 8 meses de prisión por pegar a otro del Cospeito

El juez reconoce la existencia de un delito de lesiones y ve probada la versión del agredido, al que deberá indemnizar con 3.656 euros

El Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo ha condenado a un jugador de fútbol del CD Alfoz a una pena de ocho meses de prisión por un delito de lesiones, al considerar probado que le propinó un puñetazo en la nariz a otro del CD Cospeito al término de un partido disputado en el campo del equipo chairego.

El juez fija además que el acusado abone a la víctima una indemnización de 3.656 euros por las lesiones causadas -estuvo dos días hospitalizado y necesitó 75 días para su curación-, y que compense al Sergas los gastos médicos, fijados en 4.188,79 euros.

Los hechos juzgados se remontan al 11 de abril de 2015 cuando los jugadores de ambos equipos se retiraban del campo al finalizar un partido disputado en Cospeito. La sentencia judicial considera probado que "sin motivo aparente, el acusado, jugador número 5 del Alfoz, propinó un puñetazo en la nariz al jugador del Cospeito, produciéndose a continuación un tumulto entre los jugadores de ambos equipos".

Durante el juicio, celebrado el pasado 26 de septiembre, el acusado, para el que la defensa pedía la libre absolución, negó los hechos, asegurando "que no tuvo ningún incidente con otro jugador y que se retiró del campo al acabar el partido, aduciendo que la imputación debe tratarse de un error identificación", según se recoge en la sentencia. Su versión estaba avaladada por testigos de la defensa, que indicaron que el acusado estaba "lejos del tumulto que se produjo al finalizar el partido".

Sin embargo, el juez, tras certificar que las lesiones estaban "perfectamente acreditadas", estima que estos testimonios no excluyen que pueda ser el autor de la agresión, ya que los testigos de la acusación indicaron que tras el puñetazo "abandonó el lugar como si nada hubiera pasado". Incide además en que, según se deduce de las declaraciones del árbitro y los contendientes, que aseguraron que el partido había sido "muy tranquilo", la "tangana o tumulto se produjo precisamente a raíz de la agresión proferida por él".

El magistrado da veracidad a la versión del agredido, quien "desde el primer momento identifica al acusado", y a las declaraciones de los dos testigos de la acusación, que indicaron "no tener ninguna duda que el agresor fue el acusado que llevaba el número 5".

La Fiscalía solicitaba un año de cárcel y 4.800 euros de indemnización, mientras que la acusación particular pedía una pena de dos años y medio y elevaba a 11.700 euros la indemnización.