Ana Sandamil, condenada a prisión permanente revisable por el asesinato de Desirée

La Audiencia Provincial de Lugo establece la mayor pena posible para la madre de la pequeña por el crimen ocurrido en Muimenta en mayo de 2019
Ana Sandamil, en la última jornada del juicio. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Ana Sandamil, en la última jornada del juicio. VICTORIA RODRíGUEZ

Ana Sandamil, la madre de la pequeña Desirée Leal, ha sido condenada a prisión permanente revisable por la Audiencia Provincial de Lugo. El jurado popular la había considerado culpable del asesinato de su hija de siete años en Muimenta en mayo de 2019. 

El tribunal se decantó por la tesis de las acusaciones y descartó la muerte accidental, así como el hecho de que el trastorno psicológico de la acusada anulara o afectara de forma considerable a su comprensión de la realidad, anulando así cualquier posibilidad de ser considerada inimputable.

En la sentencia se considera probado que, en la madrugada del 3 de mayo de 2019, la acusada Ana Sandamil Novo, quien dormía en la misma cama con su hija de siete años, le suministró un fármaco con efectos sedantes, Trazodona, que disolvió en un líquido y seguidamente la asfixió con sus propias manos, ejerciendo presión en su cuello y obstruyendo también sus vías respiratorias, boca y nariz, para lo cual pudo haber empleado, además de sus manos, alguno de los objetos que había en la habitación -un cojín-.

Desirée llegó a despertarse y a intentar defenderse sin posibilidades de éxito. Falleció, siendo causa de la muerte "asfixia mecánica por compresión y oclusión de los orificios respiratorios".

Tras dar muerte a su hija, Ana Sandamil acudió al dormitorio de su madre para comunicarle que Desireé había muerto e ingirió unas pastillas, sabedora de que su ingesta no le provocaría la muerte.

"Ana Sandamil Novo era conocedora de la intención del padre de Desirée, José Manuel Leal Riveira, de modificar el acuerdo de medidas paterno-filiales, bien ampliando el régimen de visitas bien reformando la guarda y custodia para que fuese compartida, con el fin de que la niña y su padre pudiesen pasar más tiempo juntos.

Esa fue la "principal razón" de que diese muerte a su hija. Días antes de estos hechos, concretamente el 26 de abril de 2019, Ana Sandamil Novo indagó en Internet sobre los medios con los cuales podía acabar con la vida de su hija, realizando búsqueda de un veneno llamado estricnina.

El fallo, al que tuvo acceso El Progreso, también indica que Ana Sandamil tiene diagnosticado "trastorno psicótico no especificado y trastorno de la personalidad de tipo mixto, que en el momento de los hechos afectaba parcialmente a sus facultades mentales y no de forma importante" y, por tanto, a su capacidad para comprender la ilicitud del hecho y/o a su capacidad de autocontrol y autodeterminación para actuar conforme a dicha comprensión.

La sentencia consta de 79 folios en los que la magistrada Ana Rosa Pérez Quintana, presidenta del tribunal, repasa de manera pormenorizada todo el juicio y las fundamentaciones del juzgado para declararla culpable.

Concluye que no hay el más mínimo atisbo de duda y que solo cabe la sentencia a prisión permanente, revisable a los 25 años, a los que añade 10 años más de libertad vigilada en el caso de que alguna vez salga de prisión.

Además, condena a Ana Sandamil a indemnizar con 120.000 euros a su exmarido y a pagar las costas judiciales de acusación particular.