El Concello de Guitiriz ha decidido hacer suya la preocupación de la Organización de Consumidores y Usuarios (Ocu) por la incidencia del radón y acaba de iniciar un programa para medir los niveles de este gas noble en 14 edificios públicos, incluidos los centros de salud y los educativos.
"Estamos na Rede de Concellos Saudables e facemos unha aposta pola saúde", explicó la alcaldesa, Regina Polín, en la presentación de la iniciativa, incidiendo en que "este é un tema novo, pero no futuro vai ser obrigado controlar o nivel de radón", ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que "é a segunda causa do cáncer de pulmón, despois do tabaco".
El gas se filtra desde el subsuelo y tiende a acumularse en espacios cerrados
El radón, que es incoloro, inodoro e insípido, se produce de forma natural en suelos graníticos, condición que se da en Guitiriz y buena parte de Galicia. El gas se filtra desde el subsuelo y tiende a acumularse en lugares cerrados, por lo que los sótanos y bajos suelen ser los puntos donde más presencia se detecta y la ventilación frecuente, una de las mejores armas para luchar contra él.
En poco más de tres meses, el Concello tendrá unos resultados fiables a partir de los que actuar si se confirma la presencia de radón, tal y como detalló Gonzalo Guzmán, director técnico de Cye Control y Estudios, la empresa encargada de colocar los 95 dispositivos que realizarán las mediciones.
Son unos pequeños botes, con un código identificativo, "que se colocan preferentemente a la altura de la respiración, en mesas y estanterías, y no cerca de las ventanas", y se documenta dicha localización para luego realizar el estudio.Los detectores, que se dejan unos 100 días, respiran el aire y en su interior el gas "se desintegra y genera explosiones y puntos negros" que después se analizan con un microscopio para determinar la cantidad de radón. Si sobrepasa los 300 becquerelios por metro cúbico por segundo, habría que tomar medidas como renovar el aire de la estancia en cuestión.
