El Nebrija- Pardo Bazán de As Pontes busca otra vida

Fue el único centro privado de la localidad, y sus aulas acogieron durante décadas a miles de alumnos. Sus puertas se cerraron en 2009 después de la caída de matrículas y de muchos problemas económicos, y actualmente el Concello pontés negocia con la propiedad para recuperar las instalaciones 
Estado actual del edificio y del patio del colegio. C. ARIAS
photo_camera Estado actual del edificio y del patio del colegio. C. ARIAS

Fue el primer, y único, colegio privado de As Pontes. El primero en ofrecer estudios de bachillerato en la localidad. Y el único en impartir el bachillerato nocturno en Galicia. Durante décadas su aulas -repartidas a lo largo de esa estructura con varios pisos y barandillas verdes- acogieron a cientos de alumnos, miles. Pero los años de las grandes cifras y los éxitos deportivos y culturales fueron quedando en el recuerdo, empañados por los conflictos económicos que derivaron en su cierre definitivo en 2009.

Doce años después, el Nebrija-Pardo Bazán se ha convertido en un esqueleto de ladrillo a la espera una nueva vida, que podría estar más cerca. El Concello pontés y la propiedad -un pequeño grupo inversor de Ferrol que compró las instalaciones en una subasta- están acercando posturas tras años de negociaciones.

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"Estamos interesados en adquirir la propiedad y las conversaciones avanzan", dicen con todas la cautelas posibles pero la intención de materializar la compra en un futuro, por lo que ya se ha hecho una reserva de crédito -fue el miércoles a pleno- para apostar por aprovechar unas gigantescas instalaciones en desuso.

El edificio muestra las huellas del paso del tiempo y los restos de lo que fue. Presente y pasado. Por un cristal roto de la puerta principal se ven montones de libros apilados. "Si las paredes hablasen", piensan sus exalumnos. Y en el inabarcable solar sobre el que se asienta, el antiguo campo del colegio, alejado de la vista del caminante, es hoy de las ovejas.

LA HISTORIA. "En el año 1950, se crea en la villa el colegio no estatal Nebrija, en el cual se imparte la enseñanza primaria y la enseñanza media, por libre esta última, hasta el año 1975, en que por razones de adaptación se traslada a la calle Pardo Bazán, donde continúa sus actividades docentes como centro concertado de EGB", publicó Jesús Rivera Formoso, que durante años ejerció allí como profesor, cuando era primer teniente de alcalde y concejal de educación y cultura del Ayuntamiento.

Era 1988, dos años después de que el colegio pasase a ser concertado, y lo escribía en un artículo sobre la enseñanza y su evolución en As Pontes en la revista de las fiestas. En aquella época había cinco colegios y 2.633 alumnos escolarizados, 586 en el Nebrija. Hoy, más de tres décadas después, hay muchos menos alumnos en la localidad -rondan los 700 en total- y menos colegios: Endesa y Monte Caxado ya no existen tampoco. Sobreviven A Magdalena y Santa María, y A Fraga, que abrió en el curso 1988-89.

Pero el Nebrija no caminó solo. En su trayectoria escolar, y al poco de cumplir su primera década, se incorpora al Pardo Bazán. "El colegio reconocido de bachillerato Pardo Bazán comienza sus actividades en el curso 1962-63. Fue el primer centro, a pesar de ser privado, que permitió que en As Pontes se pudiesen cursar oficialmente estudios de bachillerato. Y se impartió el bachillerato nocturno, como centro autorizado, del año 1965 al 1970", explica el hermano del que fue dueño, junto con su mujer, de un centro de enseñanza pionero.

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La Pardo Bazán "es reconocido como colegio de Bachillerato Superior, cursándose este a partir del año académico 1965-66. Más tarde, durante el curso 1972-73 es autorizado para los estudios de COU", relata Rivera en su artículo, mientras habla de un centro educativo que "vino paliando la carencia de medios estatales, potenciando el acceso al nivel superior y situando nuestra villa y comarca en un grado óptimo dentro del distrito universitario".

En el año en el que escribe, 1988, la Pardo Bazán tenía 224 alumnos de los 794 matriculados en As Pontes -hoy suman unos 600 los dos institutos-, pero llegó a tener 473, antes de que se inaugurase FP, actualmente IES Castro da Uz, en 1980, y el instituto Moncho Valcarce, en 1983.

Las cosas, sin embargo, apenas diez años después, empezaron a cambiar de forma radical. El centro sufrió numerosas dificultades económicas y en marzo de 2009 entró en concurso de acreedores. Los últimos años fueron muy duros. Los fondos que enviaba la Xunta para gastos de mantenimiento eran embargados y los trabajadores tuvieron que colaborar para sufragarlos. Algunos pusieron dinero para tratar de reflotar el centro. Pero no lo consiguieron. Hubo juicios y muchas disputas.

Con menos de cien alumnos y muchos agujeros en las cuentas, Educación denegó el concierto en 2009-2010 al no alcanzar el mínimo de matriculados. Los escolares fueron recolocados en otros centros y el Nebrija-Pardo Bazán cerró sus puertas. No se abrieron más.

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