Cierre de la central térmica de As Pontes: ¿la chimenea pasará a ser historia?

As Pontes, de primeras, se quedaría sin un símbolo y el Concello perdería tres millones cada año
Al fondo, la central. A la derecha, el mural 'Irse'. de JUan Prieto, una representación d ela emigración C. ARIAS
photo_camera Al fondo, la central. A la derecha, el mural 'Irse'. de Juan Prieto, una representación de la emigración C. ARIAS

En As Pontes la chimenea es lo más parecido a un faro. Con sus 356 metros de altura —como los días del año pero giradas las últimas dos cifras— es casi imposible no verla desde cualquier punto del municipio y tarea complicada evitarla en muchas fotografías. Incluida en el libro Guinness de los Récords, no por su altura, que supera a la Torre Eiffel, sino por su diámetro, con 36 metros en la base y 18 en su cima, es la primera imagen del regreso a casa. Un símbolo. Y un lugar de visita —cuántos escolares fueron de excursión a los patitos y cuántas familias pararon a ver y dar de comer a los ciervos y los ñandúes— que forma parte del rico patrimonio industrial de un concello que ya dejó de ser minero y que dejará de tener, tarde o temprano, relación con el carbón. Y si la chimenea pasa a la historia, ¿qué queda? ¿Cuál será la repercusión real?

1. Un estudio de la UDC para una radiografía


El Concello de As Pontes encargó un estudio a la Universidad de A Coruña (UDC) para analizar el impacto real del cierre de la central térmica pontesa. El estudio, que se inició hace meses, todavía no está finalizado, pero desde el Concello esperan poder disponer de los resulta- dos a finales de este mes o del que viene. Los datos, que se ceñirán principalmente a la repercusión económica del cierre de la central, le servirán al Concello, no solo para tener una visión global y diseñar estrategias, sino también a la hora de presentarse a las convocatorias de ayudas.

2. El golpe a las arcas públicas


El Concello será el primero en notar el impacto. Las arcas municipales ingresan anualmente tres millones de euros en impuestos que dejarían de entrar en las cuentas de la administración local si cierra la central. El Concello cuenta actualmente con un presupuesto de unos 16 millones de euros que se reduciría a los 13. La cifra no es catastrófica en un municipio con poco más de 10.000 habitantes, pero las consecuencias se notarían en los servicios. Las tarifas de la piscina, las escuelas deportivas y otras muchas actividades son en As Pontes mucho más reducidas que en otros concellos similares y el gobierno local ya indicó en alguna ocasión que habría que incrementar los precios. Lo que no se embolsa por un lado, se tendrá que ingresar por otro.

3. La destrucción de muchos puestos de trabajo


La central, que contaba con unos 170 trabajadores directos cuando empezó toda la caída de la producción, suma en la actualidad unos 90 empleados, después de las prejubilaciones y los planes de recolocación que ya se realizaron. E n - desa se compromete a mantener el empleo de la plantilla directa, pero en muchos casos esa garantía pasa por abandonar As Pontes. La industria auxiliar engloba a 173 trabajadores —según la cifra que acordaron los sindicatos con Endesa después de las últimas reuniones, que aún no está enviada al ministerio y sin contar el puerto exterior de Ferrol— y para ellos, a día de hoy, no hay garantías de empleo, aunque Endesa asegura que se tendrán en cuenta en el proceso de desmantelamiento de la central, que durará cuatro años y dará trabajo a 130 personas de forma directa. En el sector del transporte del carbón hay más de un centenar de camioneros afectados por el cierre.

4. La caída de las cifras de población


La destrucción de empleo tendrá muchas consecuencias, también en el padrón municipal, pero no todos los trabajadores de la central, ni de las empresas auxiliares ni los camioneros, viven en As Pontes. Hay muchos empleados que son y residen en otros concellos limítrofes, tanto de la zona de Ferrol, Eume y Ortegal, como de la comarca de Terra Chá o en Lugo, por lo que probablemente el impacto demográfico no será tan fuerte como reflejan los números.

5. Impacto económico


El cierre de la central no preocupa solo a los trabajadores. Desde muchos sectores se observa con miedo un futuro en el que la caída poblacional, la reducción de ingresos y del poder adquisitivo o el aumento del paro podrían traer consecuencias muy negativas para otros muchos negocios. "El impacto del cierre de la central es muy importante. Esto es una cadena, y no solo en As Pontes, también se notará en otros concellos limítrofes. Si el camionero para de trabajar, le afecta al que le vende el repuesto, el que le sirve el café o donde compra habitualmente. Todos nos vamos a ver directa o indirectamente afectados", valora Montserrat Gastelu, la presidenta de la asociación de comerciantes y empresarios de As Pontes Cohempo. Los sectores de la hostelería y el comercio soportan actualmente en As Pontes 545 puestos de trabajo, 328 en el comercio y 217 en bares y restaurantes. Y entre ellos hay algunos negocios muy dependientes de sectores como los transportistas, como son los restaurantes de Saa, en las proximidades del parque de carbones.

6. ¿Alternativas?


Uno de los hándicaps actuales del municipio pontés es que no cuenta con suelo industrial disponible. No lo hay en ninguno de los dos polígonos, ni en Penapurreira ni en Os Airíos. Desde el Concello ya iniciaron conversaciones y reuniones con la Xunta de Galicia para hacer una recalificación en la zona de Espiñaredo. Con el cierre de Endesa, además, esta situación también cambiaría porque habría suelo disponible: 50.000 metros cuadrados en la zona de A Balsa, el parque de carbones de Saa o el emplazamiento de la propia central, pero no sería nada inminente. Endesa proyecta el desmantelamiento en cuatro años.

7. Las posibles ayudas


El Concello de As Pontes podrá optar a las ayudas estatales a la descarbonización, que ya están aprobadas en el presupuesto. En la convocatoria de 2020 se consignaron siete millones de euros —con un tope de un millón de euros de ayudas a cada proyecto presentado—, que en 2021 se elevarán a 46. También la UE concederá ayudas a la descarbonización de la industria en función del empleo que genera el carbón en cada región y las emisiones correspondientes a las que podría presentar As Pontes. Inicialmente, para España se proponían 376 millones de euros que finalmente, y tras las protestas y al aumentar la dotación de los Fondos para la Transición Justa, se elevaron a 1.806. 

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