Empezar siempre es difícil, pero mantenerse también puede presentar dificultades, a las que hay que saber hacer frente, tal y como hizo el CB Restaurante Montero Terra Chá de Vilalba, que está afrontando una temporada atípica y satisfactoria a su vez.
La campaña se presentaba complicada ya en verano, cuando asaltaron las dudas de si el equipo podría salir a competir, ya que solo contaba con apenas seis jugadores. Pero una colaboración con otro club, el Garabolos de Lugo, que se encontraba en una situación similar, permitió salvar la temporada de ambos.
«Ocorréuseme falar con eles para xuntar os dous equipos, pero mantendo o nome do club de Vilalba, xogando aquí e mantendo os nosos patrocinadores. Eles dixeron que si e foi a maneira de seguir xogando ao baloncesto os dous equipos e a cousa saíu moi ben», explica el presidente del CB Terra Chá, Manuel Crende, que destacó el «gran grupo humano e gran ambiente» que se creó en esta experiencia. «Para o ano que vén, queriamos seguir así con esa fusión», reconoció.
Otro cambio importante se presentó en la competición liguera, dentro de la Tercera División, a nivel provincial. Como solo había cuatro equipos en Lugo para esta categoría, la federación decidió repartirlos en otros grupos, de forma que el Ensino y el Sarria juegan en Ourense, el San Ciprián en la zona de Ferrol y el club vilalbés, en A Coruña.
El conjunto chairego finalizó la competición regular —a falta de disputar, aún sin fecha confirmada, el partido pendiente contra el líder, el Fucobet de Betanzos— en el quinto puesto y está a la espera de que desde la federación les confirmen si habrá otra fase posterior para continuar la temporada.
El CB Restaurante Montero Terra Chá cuenta por tercer año con un equipo femenino, que esta temporada se estrenó en la categoría cadete, con 13 jugadoras, todas de Vilalba. «Son cadetes de primeiro ano e notaron moito o cambio, pero están mellorando moito pouco a pouco. Hai que ter en conta que empezaron de cero en infantís, hai dous anos», explicó Manuel Crende, que apuntó que aún no saben si en la próxima campaña competirán de nuevo en cadete o en juvenil.
El club vilalbés también se encarga de gestionar la escuela municipal de baloncesto, en la que participan 30 alumnos, la gran mayoría niñas. «A aposta de futuro é a formación e intentar sacar máis equipos de base. Estamos vendo a posibilidade de facer un benxamín o próximo ano», afirmó Crende.
