Casa da Chousa ofrece dos cabañas de madera para turismo rural en Roupar

La pontesa María Luisa Dopico empezó a recibir a los primeros inquilinos a principios de mes Realizó una inversión de cerca de 25.000 euros para poner a punto una propiedad familiar
María Luisa Dopico, frente a las cabañas de Casa da Chousa. CRISTINA ARIAS
photo_camera María Luisa Dopico, frente a las cabañas de Casa da Chousa. CRISTINA ARIAS

La oferta de turismo rural crece en la comarca chairega con la nueva propuesta de la pontesa María Luisa Dopico en Roupar, Xermade, con la apertura de Casa da Chousa, que ofrece dos bungalows de madera para alquilar.

"Eran de la familia y pasaron a ser de mi propiedad el año pasado y quería hacer algo con ellos. Así que empecé a hacer cosillas y este año tenía todo contratado para marzo, pero con el confinamiento se alargó un poco más", indica esta emprendedora, que realizó una inversión de cerca de 25.000 euros para poner las cabañas a punto, entre barnizarlas, comprar mobiliario, hacer una acera alrededor de las viviendas, preparar todos los detalles y el terreno, colocar un hórreo, una piscina pequeña de plástico, una barbacoa y una cama elástica para los más pequeños. "Hasta arreglé una bici que tenía aquí", dice con una sonrisa.

En el mes de julio, la propietaria, afincada en Molina de Aragón, en Guadalajara, dio de alta las cabañas en la Xunta como viviendas de uso turístico -casas particulares que alquilas a terceros por un tiempo inferior a 30 días- y a principios de agosto empezó a recibir a los primeros inquilinos, que llegaron de Aragón y después de Cantabria y Palencia.

Casa da Chousa ofrece dos cabañas de madera, la principal, que es para cuatro personas, y otra, que tiene literas y capacidad para otras cinco más. Ambas tienen baño privado y cocina y están equipadas con todas las comodidades.

"La idea era tenerlo todo listo para principios del verano pero no pudo ser y decidí no precipitarme", indica, y explica que las viviendas de uso turístico ya están en Google y en Booking. "Y yo intenté moverlas a través de contactos y Facebook", dice, mientras apunta que su próximo paso será crear una página web.

"Mi objetivo es sacar dinero para intentar mantenerlas y mejorarlas cada año. Si me va bien nos plantearemos instalar una piscina o incluso poner más casas, porque tenemos más terrenos en Roupar. De momento estoy muy contenta, aunque la gente este año es más reacia a salir de casa, llaman". También reconoce que una de sus preocupaciones es la distancia y que, aunque ella se encargará de gestionar todo, vive lejos, "tendré que tirar de la familia que está aquí".

Por el momento no alquila las dos cabañas a la vez a grupos diferentes. "Si vienen aquí entiendo que quieren estar tranquilos y tener la finca para ellos" y explica que la estancia mínima son dos noches y que no alquila para fiestas. Tiene servicio de limpieza y de lavandería.

"La gente estuvo encantada, nosotros estamos acostumbrados a la naturaleza, pero mucha gente no", dice. También habla de la buena localización de Roupar, cerca de todo a través de la autovía y con muchas propuestas en el entorno, como rutas o un gran patrimonio.

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