Los camioneros del carbón, 7 meses de encierro, del reivindicativo al obligado

Los transportisas alcanzan un año de parón en su actividad y la crisis del coronavirus dificulta su futuro ► Levantaron las protestas por el estado de alarma, pero no descartan seguir luchando
Algunos transportistas, en el consistorio pontés. C.ARIAS
photo_camera Algunos transportistas, en el consistorio pontés. C.ARIAS

Del encierro reivindicativo al obligado, los transportistas del carbón de la térmica de As Pontes suman siete meses de confinamiento, parcial o total, y casi un año sin trabajo desde el parón de la central, a finales de abril del año pasado. La crisis del coronavirus los pilló en plena batalla laboral, rotando en turnos de doce horas encerrados en el consistorio pontés, y tuvieron que levantar sus protestas por seguridad. Lo hicieron justo antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma, pero no se rinden.

“Seguimos peleando y haciendo cosas con la Xunta y con el Gobierno en Madrid y aunque ahora está todo bastante parado esta semana aún se les mandó más documentación que pidieron sobre los camioneros y a qué concellos pertenecían”, explica Manuel Bouza, el presidente del colectivo, que reconoce que la situación es muy complicada porque ya son muchos meses sin beneficios y muchos gastos. De hecho, cifra en aproximadamente 24 millones los ingresos que perdieron durante este año sin trabajo.

“Todo el mundo sigue luchando y cada uno se fue arreglando como pudo, pero nuestra única salida es que la central se reactive”, dice Bouza, e indica que aún no se sabe nada sobre las pruebas con biocombustibles. Tampoco sobre las supuestas ayudas que tendrían.

Los camioneros empezaron su encierro reivindicativo el 9 de septiembre y solo lo dejaron durante 15 días en Navidad para retomar fuerzas. “Es algo que habrá que estudiar, si después del estado de alarma volvemos, depende de las condiciones que ponga el Gobierno pero la gente está dispuesta. El problema está sin solucionar y no vamos a dejar la guerra ahora”, dice Eliseo Barro, que reconoce que es más duro el encierro por la crisis del coronavirus.”Por lo menos en el Concello estás con gente y haces turnos”, dice, y reitera que hay que luchar incluso más que antes: “Esto que se nos viene encima lo complica todo más”.

Entre los transportistas, algunos hacen trabajos puntuales para sobrellevar la situación y 25 vehículos realizarán varios viajes a partir del día 14 para subir unas 100.000 toneladas de carbón del puerto de Ferrol.

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