Los ataques al busto de Manuel Fraga Iribarne en su Vilalba natal han sido constantes en los últimos 20 años. Esta vez, en cambio, no ha sido un ataque como tal lo que ha sufrido, sino más bien una medida protectora.
Y es que este martes de Entroido. la figura de expresidente de la Xunta ha amanecido con una mascarilla de prevención ante la expansión del coronavirus. Además, a sus pies apareció también una especie de vela.