El hostal Terra Chá de Vilalba expone por séptimo año consecutivo un belén que se ha convertido en indispensable en la comarca, junto al de Begonte y al de Momán. En esta ocasión, su propietario, José Grandío, incorpora una nueva representación que se suma a las más de 800 piezas del nacimiento.
En la línea de recreación de las viejas costumbres de la zona y sus oficios, esta Navidad estrena una panadería con varias figuras, "unha amasa, a outra mete o pan e outra vende". Se enclava entre el molino y la iglesia -la joya de la corona-, "aínda que agora a protagonista vai ser a panadaría", apunta el creador.
El belén ocupa 100 metros cuadrados y recibe 7.000 visitantes al año, especialmente escolares y personas mayores, "para os que isto é unha terapia porque lles fai recordar o seu pasado", dice Grandío, que incide en que todas las piezas son reutilizadas, "como a terra, que en realidade son os pousos do café". Su distribución también tiene un porqué: "Cada ano colócoo de maneira diferente e cunha historia distinta que lles conto aos visitantes", afirma un hombre "crente, pero tamén o fago porque me gusta".
José Grandío, que avanza que el nacimiento estará abierto al público hasta finales de febrero, ya piensa en el siguiente belén, para el que tiene en mente incluir "un ferreiro de Riotorto, xa que procuro representar oficios propios da zona", y prepara una exposición de figuras que se mantenga durante todo el año.
