Begonte acondicionará la vivienda de una escuela en Saavedra para fines sociales

El Concello destina 50.000 euros a rehabilitar el primer piso del antiguo centro de Vilagrande para destinarlo a acogidas temporales
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photo_camera Antigua escuela de Vilagrande. C. PÉREZ

El Concello de Begonte convertirá la antigua escuela rural de Vilagrande, una de las dos que hay en la parroquia de Saavedra, en vivienda, con el propósito de reservarla para fines sociales, como personas que atraviesen una situación de emergencia y acogidas temporales.

La primera fase del proyecto, tras completar el cambio de uso del inmueble, consistirá en el acondicionamiento general del edificio, que data de los años 60 y lleva años abandonado, y la renovación del primer piso, en el que se situaba la antigua casa del maestro.

El Concello invertirá alrededor de 50.000 euros en esta actuación, que cuenta con una subvención de la Xunta de Galicia para acometer las obras del inmueble, que ya dispone de suministro eléctrico y agua procedente de un pozo particular.

La primera planta tiene una superficie total de unos 80 metros cuadrados, 66 de ellos útiles. En la actualidad dispone de una cocina, un salón, un baño y tres dormitorios, además del espacio reservado para las escaleras de acceso, que son interiores.

El proyecto que prevé llevar a cabo el Concello de Begonte contempla una redistribución de los habitáculos existentes, si bien la cocina, el baño y dos de los dormitorios conservarán su ubicación original, aunque se optimizará la superficie disponible desplazando las paredes y realizando pequeños ajustes para facilitar la accesibilidad y aprovechamiento del espacio útil.

El principal cambio se registrará en la zona del futuro salón comedor, que contará con cerca de 20 metros cuadrados, resultado de la fusión del tercer dormitorio, el antiguo salón y un tramo de pasillo que ahora da acceso a este.

La intervención incluye también la renovación de la zona de las escaleras en ambas plantas. En el primer piso se usará una pequeña sala abierta para habilitar un tendedero y en la planta baja se aprovechará un antiguo trastero para instalar la caldera.

La mejora se completa con la renovación de puertas y ventanas, mientras que en un futuro el Concello confía en poder acometer la reforma del bajo, que hoy dispone de un gran aula de 45 metros cuadrados, dos aseos y un vestíbulo.

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