Baamonde en el objetivo

El fotógrafo Luis Miguel Cid, afincado en Málaga, expone en el Madia Leva una colección de 18 fotografías, muchas de ellas capturadas en el núcleo begontés

Luis Miguel Cid. JAMY CORRAL
photo_camera Luis Miguel Cid. JAMY CORRAL

Lo que comenzó como una afición, lo ha llevado a mostrar sus fotografías a todo el mundo que se acerque por el bar Madia Leva, en el núcleo begontés de Baamonde. Y que mejor escaparate que la parada por excelencia para los peregrinos que recorren el Camino Norte en busca de la ansiada Praza do Obradoiro.

Luis Miguel Cid, "gallego de origen", como él mismo afirma, pasó buena parte de su vida residiendo en México y eligió hace 17 años la ciudad de Málaga como lugar de asentamiento. Pero con Baamonde siente un vínculo especial, "porque la familia de mi mujer es de aquí y todos los meses de agosto venimos", afirma el artista mexicano, malagueño y gallego a partes iguales.

Hasta principios de septiembre se pueden ver las fotografías pertenecientes a la colección Diversidade. ¿Por qué Diversidade? "Muy sencillo, porque toco muchos temas y no quería centrarme solo en uno. No a todos les gusta lo mismo, así que quiero que cualquiera que vea la exposición le resulte atractiva".

El único retrato es el de José Veres, Blanco de Roca, que cobra especial importancia porque su protagonista falleció hace unos días

Entre esas temáticas se encuentran la astrofotografía, el retrato, la naturaleza, la foto nocturna y la macrofotografía, siendo esta última la que más abunda. «La macro consiste en magnificar los detalles de los elementos cotidianos, que al ampliarlos es cuando realmente los valoramos», explica Cid, a lo que añade que «de otra manera no conoceríamos, por ejemplo, que las arañas tienen seis ojos o más.»

Pero si hay una fotografía que destaca por la cercanía que representa es el único retrato que forma parte de la 18 fotografías que forman la muestra. En él se ve a José Veres, conocido como Blanco de Roca, al que Cid conoció "hace dos años cuando lo vi por Begonte. Ahí me llamó mucho la atención por la personalidad tan fuerte que desprendía. Gracias a una amiga, que me lo presentó, pude sacarle esa foto el año pasado. Era una persona realmente encantadora y, en estos momentos, ese retrato se convierte en el más especial", relata Luis Miguel cuando recuerda a Blanco, fallecido hace unos días.

Se puede decir que la relación  del "diseñador gráfico por estudios y empresario por profesión" con Baamonde se hace más fuerte a través del vínculo creado con los vecinos, "como los Corral, a los que conocí gracias a mi mujer, y fueron artífices en buena medida de que yo acabar exponiendo en el Madia Leva". Este espacio lo considera "un escaparate sin igual", ya que "me transmite lo gallego, lo moderno y lo industrial, además de que la gente tiene la posibilidad de contemplar  la exposición durante más tiempo que en un museo".

Cid prevé abrir una página web para mostrar sus trabajos, con los que pretende transmitir alegría

Luis Miguel ya ha mostrado sus obras en una sala de exposiciones malagueña, pero qué mejor sitio para enseñarla que en el lugar en el que disparó tantas veces su objetivo, "como en la foto de la hierba con telaraña y agua, en la de las flores blancas o la de la Vía Láctea", esta última a la que le dedicó 28 segundos y fue capturada a las tres de la madrugada.

En el horizonte no hay más exposiciones a la vista, "pero si me invitan, yo voy encantado", aclara Cid, un hombre que busca transmitir "alegría" a través de sus creaciones y que de momento solo ha recibido felicitaciones por su trabajo. En mente está abrir una página web a modo de galería, "pero no será antes de fin de año". Mientras, disfruta del poco agosto que queda en la finca El Mexicano, próxima a la estación de tren de Baamonde y donde reconecta con su origen gallego.

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