Tan solo 20 jóvenes españoles en edad de realizar el bachillerato han sido seleccionados en esta edición del UWC (Colegios del Mundo Unido), a la que se presentaron unas 1.600 solicitudes, un número que se fue reduciendo desde septiembre hasta febrero en un largo proceso de selección que constó de varios pasos, en el que hubo pruebas tanto académicas -comentar una noticia o realizar un test de cultura general- como de personalidad.
Entre esos 20 privilegiados que podrán vivir dos años de su vida en uno de los 18 centros del UWC, Pearson College, está el vilalbés Arnau Carracedo Rey, que, en el segundo año que se presentaba -solo hay dos intentos-, logró el premio. "El proceso duró de septiembre a febrero y fue estresante, porque siempre estabas con la duda de si pasabas a las siguientes pruebas o no y lo que ibas a tener que hacer", dice el joven, indicando que es un sistema "muy justo, en el que sientes que todo el mundo tiene las mismas oportunidades", y "toda una experiencia en sí, no lo vives como el camino a algo, sino que ya es muy enriquecedor todo el proceso".
En caso de destacar alguna de las partes de la selección, Arnau se queda con la final, que fue la única parte presencial -el resto de pruebas eran telemáticas- y se hizo en Madrid, donde los últimos 50 participantes pasaban dos días con actividades y pruebas para elegir a los 20 seleccionados, en lo que el calificó como una experiencia "muy bonita y divertida, con gente muy interesante con la que compartes gustos".
Semanas después del final del proceso, cuando estaba entretenido con su hermano "con juegos de lógica", sonó el teléfono y llegó la gran noticia: Arnau Carracedo había sido seleccionado. Con el móvil en la oreja, necesitó "unos minutos para responder" ante algo de lo que aún no es "consciente del todo".
Una beca casi completa -de los 100.000 euros que cuesta Pearson College, la familia tendrá que pagar unos 20.000- para uno de los institutos más prestigiosos del mundo, en el que podrá formarse al más alto nivel, un reto que no le asusta. De hecho, ya tiene elegidas sus seis asignaturas: matemáticas, física, políticas globales, español, francés y mandarín.
"Me gustaría estudiar el doble grado de Física y Matemáticas al acabar el instituto, y por eso escogí así las materias, además de algunas a las que ya te obligaba el centro", apunta Arnau, alumno del Colegio Waldorf y al que en el futuro le gustaría dedicarse a la docencia y a la investigación en una universidad, o a trabajar en el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear), ubicado en Suiza.
Y es que las matemáticas son una de las pasiones del joven "desde que era pequeño", algo que se acentuó a partir de tercero de la ESO, cuando a raíz de una equivocación con los ejercicios a realizar en una ficha, su profesor empezó a darle problemas más avanzados. A estas se le unen su gusto por los idiomas, los juegos de rol, las cartas y los cubos de Rubik.
Ahora, a la espera de iniciar su gran aventura, tiene dos compromisos previos. Un campamento en Toledo con el resto de becados de España y con algún alumno de la UWC y una recepción real el 14 de julio en el palacio de la Zarzuela, ya que los Reyes son parte del patronato.