Ansias de crecer fieles a la misma filosofía

El restaurante A Nova Ruta de Vilalba da sus primeros pasos en las energías renovables a la vez que mantiene la esencia de su creación
Javier Ramudo, en la entrada del restaurante. EP
photo_camera Javier Ramudo, en la entrada del restaurante. EP

Renovarse o morir. Un refrán que apoyaría el escritor Miguel de Unamuno con su frase "el progreso consiste en renovarse". Y para colmo, la pandemia llegaba sin avisar para certificar cada una de esas palabras y obligar a todo el mundo a reinventarse para seguir adelante. Y, dentro de la sociedad, uno de los sectores que más tuvo que experimentar fue el de la restauración y la hostelería.

Desde el restaurante A Nova Ruta de Vilalba siguen con esta filosofía, ahora ante un nuevo bache, el de la subida de la luz, que se encarece cada vez más. Y así fue como llegaron las placas solares al tejado del local, en una lucha por ser autosuficientes y abaratar costes.

De esto habla Javier Ramudo, hijo del fundador del local, actual director de eventos del mismo y una de las cabezas pensantes de las obras y de las innovaciones del restaurante, entre las que destacan la instalación de los paneles fotovoltaicos y las ampliaciones de los comedores. Y es que, además del puesto que desempeña, su implicación en el negocio familiar es máxima, algo que le gusta mucho, según admite.

"Las placas van a ayudar a bajar la factura de la luz entre un 20 y un 30%, aunque todavía no lo notamos debido a que las instalamos en septiembre, y en los últimos meses del año no abundaron los días de sol", apunta, augurando mejores resultados cuando vuelva el buen tiempo, a la vez que explica que "la subida de la luz tuvo un papel determinante e influyó mucho a la hora de tomar la decisión final".

La iniciativa no surgió de un día para otro. Javier admite que es una operación que llevaba en su cabeza sobre dos años: "Queríamos intentar bajar al máximo la factura, que está subiendo cada vez más, y teníamos muchos metros cuadrados de tejado que no se usaban para nada, e instalar paneles solares nos pareció la mejor opción".

"Nos informamos, vimos que había unas ayudas de la administración para instalarlas y no lo dudamos", apunta, a la vez que avanza que "la idea es poder ser 100% autosuficientes en un futuro, además de apostar por el medio ambiente, algo que el cliente valora cada día más".

Esta iniciativa, junto a las que vengan en los próximos años, están ideadas para "incentivar el crecimiento del restaurante y, sobre todo, para ofrecer un servicio óptimo al cliente".

Historia

Para explicar la trayectoria del restaurante A Nova Ruta hay que hablar de su antecesor, llamado A Ruta. "La abrió mi padre en 1993 y le fue muy bien, dando alrededor de 120 menús diarios, a pesar de que era un restaurante pequeño en el que no se podían hacer banquetes", explica Javier Ramudo.

"Años después le subieron la renta del local y mi padre decidió hacer otro restaurante, este ya grande, para poder albergar ágapes y acontecimientos en los que se reúne mucha gente", naciendo así A Nova Ruta, ya en su emplazamiento actual, y que a día de hoy sigue con la misma filosofía que tuvo en su creación.

En toda la trayectoria desde su apertura, el restaurante fue cambiando con numerosas reformas y ampliaciones para poder "mejorar, dar a los clientes un trato y unas comodidades a la altura y para seguir creciendo", explica Javier Ramudo.

El futuro

El director de eventos del establecimiento chairego ya piensa en proyectos futuros como "pintar de nuevo el edificio e instalar varios enchufes para coches eléctricos en el aparcamiento".

"El restaurante tiene que seguir avanzando sin perder su esencia de local de banquetes con comida casera, pero innovando y adaptándose a los tiempos que corren y a lo que eso implica", dice Ramudo.

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