Ana Sandamil está ingresada en el módulo de enfermería de la prisión de Teixeiro

El juzgado de Vilalba retomará a mediados de este mes las declaraciones con agentes e investigan el crimen de la pequeña Desirée
Ana Sandamil, en una fiesta vecinal en 2014. AEP
photo_camera Ana Sandamil, en una fiesta vecinal en 2014. AEP

Ana Sandamil, la madre de Desirée Leal, la pequeña de siete años que fue hallada muerta en su casa de Muimenta el pasado 3 de mayo, está ingresada en el módulo de enfermería en la cárcel coruñesa de Teixeiro.

La mujer, la única investigada por el presunto asesinato u homicidio de su hija, ingresó el martes 27 de agosto en el centro penitenciario de Bonxe, en Outeiro de Rei, después de recibir el alta en el módulo de presos del Hula, pero fue trasladada el pasado viernes, solo tres días después, a la prisión de Curtis para ingresar en una celda hospitalaria en la zona de mujeres.

En su nuevo destino, Ana Sandamil, igual que el resto de presos ingresados en este módulo, tiene control médico las 24 horas, pero pese a ser una zona especial para enfermos, cuenta con los mismos derechos y casi las mismas rutinas que el resto de reclusos.

Mientras, cuatro meses después del trágico suceso que conmocionó Muimenta y parte de la comarca chairega -la familia paterna de la pequeña es de la parroquia xermadesa de Roupar-, el juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba, continúa con las diligencias.

Todavía faltan resultados definitivos de algunas pruebas, pero está previsto que a mediados de este mes se retomen las declaraciones, previsiblemente con agentes de la Guardia Civil que estuvieron en la casa de Muimenta y que investigan el crimen de Desirée.

DÍA A DÍA. La prisión de Teixeiro, construida hace unos 20 años, suma más de 1.000 celdas. Dispone de 944 normales y tiene 148 complementarias, que incluyen el módulo de aislamiento, el de ingresos y el de enfermería, que suma un total de 81 celdas.

Ana Sandamil, como el resto de las presas de este módulo, comparte celda -las hay dobles o de cuatro personas y pueden tener televisión y radio en el interior-.

Los horarios son los mismos que en el resto de la cárcel. A las 8.00 horas se hace el primer recuento de presos y a las 8.30 se abren las celdas para ir a desayunar.

Durante la mañana, las reclusas pueden realizar actividades y trabajos y sobre las 13.30 horas está programada la comida.

Una hora más tarde, a las 14.30, se hace un nuevo recuento y las presas ingresan en las celdas de nuevo hasta las 16.30 horas, que se vuelven a abrir las puertas y tienen acceso a más actividades y a las zonas comunes.

La cena se sirve sobre las 19.30 horas y a las 20.15 se realiza el cierre de puertas hasta el día siguiente por la mañana.

La madre de la pequeña Desirée puede recibir visitas -igual que podía en el Hula y también en Bonxe- periódicamente. Además de su abogado, y según marca el reglamento penitenciario, tiene derecho a recibir a familiares o a amigos en los locutorios de la prisión -son de 20 minutos, acumulables en una sola de 40 el fin de semana- y al menos una vez al mes podría mantener un encuentro de tres horas y ya cara a cara con familiares y otro con su pareja. También puede realizar un máximo de diez llamadas semanales, con una duración de cinco minutos cada una, y enviar y recibir cartas y paquetes.