Un vecino octogenario de la parroquia de Trobo, en Begonte, con iniciales V.M.V.C., afronta una posible condena de tres años de prisión por tres presuntos delitos de amenazas, además de la prohibición de acercarse a menos de cien metros de cualquiera de los tres vecinos contra los que supuestamente profirió dichas amenazas y de comunicarse con ellos durante un periodo de dos años.
Los hechos ocurrieron el 15 de enero de 2017, sobre las 14.30 horas, cuando el acusado, al ver a sus vecinos colocando "unos chantos en la finca As Travesas", según recoge el escrito de Fiscalía, "con el ánimo de atemorizarlos", se dirigió a su domicilio y, "desde allí les dijo que los mataba, al tiempo que cogió una pistola de fogueo e hizo un disparo".
Posteriormente, V.M.V.C., "con igual ánimo de atemorizar, cogió una escopeta de su propiedad y apuntó en la dirección donde se encontraban sus vecinos", momento en el que estos se fueron "por miedo" y alertaron de lo que estaba sucediendo a la Guardia Civil, que se personó en el lugar.
Tras casi dos horas de pesquisas, los agentes procedieron a la detención del acusado, que pasó la noche en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo y al día siguiente prestó declaración en el juzgado de Vilalba, tras lo que quedó en libertad sin medidas cautelares a la espera de juicio.
En aquel momento, los agentes habían requisado tres escopetas en la vivienda del acusado, aunque no la pistola, y restos de munición frente a la puerta de la casa. Además, al formalizar la denuncia en el cuartel de Baamonde, los vecinos aportaron como prueba un vídeo grabado por uno de ellos. También confirmaron que no se trataba de un hecho aislado, sino que la mala relación entre ambas familias se remontaba a muchos años atrás, llegando incluso a ir a juicio porque V.M.V.C. consideraba que tanto la casa como las fincas de la vivienda vecina eran de su propiedad.
La Fiscalía considera al octogenario begontés autor de tres delitos de amenazas y solicita al juez que le imponga un año de prisión por cada uno de ellos, además de tener que abonar las costas y afrontar otras prohibiciones.
El juicio por estos hechos estaba previsto que se celebrase en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, pero fue suspendido.
