Torta de Millo: "A fama tena e sabe moi rica"

Decenas de personas se acercaron a Guitiriz para degustar uno de los postres con más tirón y más fama, la Torta de Millo. Susana Seivane cerró la fiesta con un concierto

La diferencia varía en un miligramo de cada receta. Cada una tiene su secreto y aunque los paladares más expertos aseguran que podrían distinguirlas en una cata a ciegas, la base es la misma —mantequilla, azúcar, huevo y harina de maíz— y el sabor, "siempre exquisito". Las panaderías La Esquina, David y Gómez sacaron el domingo del horno a la calle varias decenas de Torta de Millo para celebrar una nueva fiesta en honor al postre con más fama y tradición de Guitiriz, y no hubo boca que se resistiera.

Una exposición de coches clásicos abrió una jornada llena de sabor que incluyó placeres para todos los sentidos. Los ojos viajaron en el tiempo con los antiguos vehículos y las manos inocentes de los más pequeños exploraron en talleres de artesanía los secretos de la cerámica, la cestería, el telar o la cantería. Hubo música con Os Trastiños do Castelo y los grupos municipales de Guitiriz durante el día y Susana Seivane puso el broche de oro a la fiesta por la noche. Todo enmarcado bajo el mismo olor, dulce y suave, que conducía los pies de los asistentes en la misma dirección. Hacia el Campo da Feira.

¿Pero cuál es es secreto de la Torta de Millo? "La receta que tenemos y utilizar productos de calidad. Es un postre que a la gente le gusta mucho y hay muy pocos con base de maíz, quizás por eso funciona. El que lo prueba lo aprecia", indicaba Juan José Vázquez, de la panadería La Esquina, mientras ofrecía bocados dulces a los que se acercaban a la mesa de los manjares, donde dos voluntarios ofrecían también las recetas de David y de Gómez.

La mayoría, conocedores ya de la torta, se relamían una vez más al meterla en la boca. Otros, casi maestros, indicaban las diferencias entre las tres. Y algún novato en el sabor —una minoría—, se dejaba llevar por la primera vez.

"Non hai que despreciar ningunha que todas están boas", decía una mujer, mientras dos niños se comían su trozo casi de un bocado. "Es nuestro mejor embajador, vayas donde vayas, hablan de la Torta de Millo. Aquí no se le da tanta importancia, pero una cuñada se la lleva y la congela para comerla todo el año", decía otra.

"A fama tena e sabe moi rica", apreciaba un vecino de Meira, mientras una de Trasparga aseguraba que "cuando una cosa te gusta no tienes que buscar ningún motivo especial para comerla. Nosotros la cogemos cuando se nos acuerda", dijo.

Así, para el desayuno, la merienda, con el café o con queso, todo maridaje es posible. Tan amplio como la lista de propiedades, que destacó Fidel Fernán en un pregón reivindicativo en el que habló sobre la necesidad de "matar a fame" y "darlle unha volta ao mundo do millo ate que poñamos en xustiza o millo no mundo".

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