"Tenemos 76 internas y todas extranjeras"

Las escuchas telefónicas y los whatsapp de la cabecilla de la red que explotaba laboralmente a inmigrantes revelan que ocultaba que no tenían papeles ni formación y pagos en negro
Una de las agentes que intervino en la operación, con dinero incautado. GUARDIA CIVIL
photo_camera Una de las agentes que intervino en la operación, con dinero incautado. GUARDIA CIVIL

Las escuchas telefónicas y los mensajes de WhatsApp de la cabecilla de la red que presuntamente explotaba laboralmente a inmigrantes latinoamericanas en la provincia de Lugo revelan que las víctimas realizaban jornadas maratonianas, que no tenían la formación requerida, que percibían sueldos por debajo de lo que les correspondería y que cobraban en mano o mediante HalCash, una plataforma para enviar dinero a teléfonos móviles de forma inmediata.

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En una de esas conversaciones grabadas que figura en el sumario, la principal procesada, que utilizaba como tapadera una empresa de Castroverde para el cuidado de personas mayores y con discapacidad, aseguraba a su interlocutor, a finales de 2019, que tenía "76 internas y son todas extranjeras", mientras que en la Seguridad Social figuraban entonces dadas de alta 27 empleadas y no todas eran foráneas, según el informe realizado por el Equipo de Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Las escuchas telefónicas y los chats de WhastApp reflejan el modus operandi de esta red. La cabecilla aleccionaba a las cuidadoras, originarias de Honduras, Nicaragua, Colombia o República Dominicana, para que no les contasen a sus clientes que estaban en situación irregular en España o que no tenían formación para cuidar a personas mayores y con discapacidad.

"No le digas que nunca has cuidado personas mayores y no le digas que llevas aquí poco tiempo", le conminaba a una de las inmigrantes que trabajaba para ella.

Otra de las prácticas de esta empresaria, de 48 años de edad, que tenía clientes por toda la provincia, como Mondoñedo, Meira, Sarria o Lugo, era pagarles a las cuidadoras en mano o a través de HalCash para "ocultar movimientos bancarios", apunta en sus informes la Guardia Civil.

Las cuidadoras solían percibir entre 600 y 1.000 euros y la empresa cobraba unos 1.500 euros a los que requerían sus servicios.

Las condiciones de trabajo es otra de las presuntas irregularidades que airean tanto las escuchas como los chats que mantenía con las cuidadoras. En algunos casos estas trabajaban como internas y tenían que estar disponibles las 24 horas los siete días de la semana.

Una de esas internas declaró que la ‘contrató’ para atender a un anciano que se recuperaba de un accidente de tráfico y cuando acudió a su casa se encontró con que tenía que cuidar además a otros dos, entre ellos uno que estaba encamado.

Aunque en esas conversaciones no suele dirigir improperios a sus empleadas, a una de ellas le llegó a decir que "si quedas mal en la casa, te pego una patada en el culo y te mando para Honduras".

La Benemérita considera que la cerebro de la red se aprovechaba de la "situación de vulnerabilidad" de las inmigrantes, pues se encontraban en situación irregular en España.

Son cinco las personas que están siendo investigadas por el juzgado de instrucción número 3 de Lugo por esta caso de presunta explotación laboral de inmigrantes latinoamericanas que carecían de permiso de residencia. Entre ellas figura la hija de la cabecilla, de 27 años.

MÁS AFECTADAS. Aunque no se ha concretado todavía en esta investigación que sigue abierta cuántas cuidadoras pudieron ser víctimas de esta explotación laboral, se estima que la cifra supera las 60.

El abogado de la Asociación Penitenciaria Concepción Arenal, Waldir Sinisterra, que asiste a una veintena de cuidadoras latinoamericanas, asegura que siguen sumándose más víctimas al proceso, que, según dijo, han solicitado al juzgado prestar declaración.

INVESTIGACIÓN. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha señalado que aguarda, como con "todas las investigaciones que están en marcha", que haya "resultados de la misma". "Hay que dejar que hagan su trabajo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", ha sentenciado. 

El delegado no ha querido entrar en si podría ser mayor el número de personas explotadas laboralmente o no, sino que se ha limitado a afirmar: "Cuando tengamos más información se trasladará". 

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