El servicio de limpieza de Lugo cambia de manos y se esperan los nuevos contenedores tras el verano

EcoLugo empezó a operar en la madrugada del lunes con una nueva imagen y los cambios irán percibiéndose poco a poco, ya que la mayor parte del material nuevo tardará en llegar
Una barrendera en Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Una barrendera, en la Praza Horta do Seminario, este lunes. XESÚS PONTE

Sin anuncio previo ni grandes fastos, el servicio de limpieza y recogida de basura de Lugo cambió de manos en la madrugada de este lunes, en el plazo previsto tras la firma del contrato con EcoLugo, nombre elegido por las empresas que resultaron adjudicatarias del que actualmente es el mayor contrato municipal, tras un largo proceso de licitación que estuvo lleno de recursos de algunas de las firmas competidoras.

El traspaso se produce en pleno verano, con parte de la plantilla de vacaciones, lo que, sumado a que gran parte del material y la maquinaria nuevos tardarán en llegar, los cambios se irán percibiendo poco a poco.

El contrato de la limpieza y recogida de basura llevaba caducado desde 2017

De momento, lo más visible son los nuevos uniformes de trabajo y la incorporación de algún material nuevo, que en algún caso no convence a quienes lo manejan. Los barrenderos parecen satisfechos con los carritos, pero se quejan de que los amplios recogedores que utilizaban antes fueron sustituidos por palas poco prácticas.

En la primera jornada de EcoLugo también se pudieron ver ya varias desbrozadoras y sopladoras de mano nuevas, furgonetas y un tractor desbrozador, que se suma al que ya había, por lo que ayer trabajaron los dos.

EcoLugo nombró también a un nuevo jefe, que procede de Narón, y renovó para este mes los contratos de sustitución por vacaciones que Urbaser venía empleando en la época estival. La plantilla está a la espera de alguna reunión formal para conocer los planes de la nueva empresa, que en realidad es una unión temporal de Copasa, Geseco y Setec Building, todas de origen gallego.

EcoLugo tiene un año para hacer una nave y una planta de biogás en As Gándaras y de momento opera desde una nave alquilada en O Ceao —la antigua sede de Lyteica— y desde varios cuartelillos en la ciudad, desde donde salen los barrenderos. Están en Clérigos, San Isidro, Río Ser y Rampa de Claudio López. De momento están operativos dos.

El Concello pagará unos 13 millones de euros al año a EcoLugo debido a la ampliación de los servicios que se prestarán

El gobierno local informará este martes del cambio de gestión de un servicio por el que el Concello pagará unos 13 millones de euros al año, casi el doble del presupuesto que destinaba hasta ahora. El incremento se produce en parte debido a que la ciudad fue creciendo y son más las zonas a limpiar y a que se intensificarán algunos servicios y se pondrán en marcha algunos nuevos. Entre estos, el que tendrá más impacto será la incorporación del contenedor marrón, exclusivo para residuos orgánicos, que se enviarán a compostar a una planta, tal como obliga la UE desde este año. También está previsto instalar 30 composteros comunitarios, a los que también irán restos de poda y de jardines públicos, y entregar 1.114 compostadores individuales a viviendas unifamiliares, además de 400 cubos marrones para la fracción orgánica de grandes productores de este tipo de residuos, para los que habrá una recogida diferenciada. El objetivo es aumentar hasta un 50%, una cifra todavía muy lejana, el porcentaje de residuos sólidos urbanos que se reciclan, en línea con lo que pide la UE y con el modelo de ciudad sostenible que defiende el gobierno de Lara Méndez.

Los contenedores marrones y los restantes comenzarán a llegar previsiblemente después del verano, aunque resulta difícil poner fecha —asegura el gobierno local—, por la situación del mercado. En este momento existe una demanda importante de material y de maquinaria debido a que se acaban de firmar algunos otros contratos grandes en España y a que hay otros factores que condicionan la fabricación, desde las materias primas a la carestía de la energía.

Falta también por cerrar el destino de los residuos que irán al contenedor marrón y a los cubos que se entregarán a grandes productores de restos orgánicos. La recogida la hará EcoLugo y una empresa autorizada en el tratamiento de este tipo de basura la trasladará a su planta para compostar. El gobierno local exploró varias posibilidades, incluso con alguna empresa lucense, pero de momento no hay ningún acuerdo, reconoció ayer. No obstante,  asegura que esta cuestión no supondrá un freno a la puesta en marcha del sistema de recogida selectiva de residuos orgánicos. 

EcoLugo debe aumentar de 3.700 a 4.200 el número de contenedores existentes en la ciudad e intensificar la limpieza a muchos niveles, después del deterioro que sufrió el aseo urbano en los últimos años. El PP lamentó que el gobierno local tardara cinco años en regularizar el servicio, con contrato caducado desde 2017.

Uniformes de color rojo, amarillo y gris y con el lema imperativo LuceLugo
Los nuevos uniformes de los trabajadores del servicio de limpieza han incorporado un color, el rojo, que sustituye al verde que tenía la anterior vestimenta de trabajo. Se mantienen el amarillo y el gris. Los trajes llevan también un logo, LuceLugo, con verbo imperativo, y que se verá también en el resto del equipamiento del servicio de limpieza y recogida de basura. Figura también el nombre elegido por las empresas que se unieron para competir por el contrato que ganaron, EcoLugo.